Unos 300 políticos y activistas de la oposición rusa exiliada se reunieron en el Parlamento Europeo para discutir sobre un posible cambio político en Rusia y un escenario posterior al gobierno de Vladimir Putin.
El foro celebrado en Bruselas, organizado por cuatro eurodiputados, representó la primera reunión oficial de este tipo respaldada por una institución parlamentaria europea, lo que indica un cambio de perspectiva en Europa sobre el futuro ruso.
Bernard Guetta, eurodiputado francés y uno de los promotores del encuentro, advirtió que es la primera vez que se habla abiertamente sobre la posibilidad de un escenario post-Putin. “Hace tan solo tres meses, esta idea parecía inimaginable, ya que los países de la Unión Europea creían que Putin se mantendría como presidente durante muchos años, si no décadas. Ahora, la percepción ha cambiado”, dijo, según un artículo de The Guardian.
Durante la sesión de apertura, Mikhail Khodorkovsky, quien en su momento fue el hombre más rico de Rusia antes de ser encarcelado durante una década desde 2003, afirmó que simplemente reemplazar a Putin por otra persona dentro del mismo sistema no marcaría ninguna diferencia significativa. “Este régimen debe ser destruido”, argumentó. “No hay otro camino hacia un futuro pacífico y normal para Rusia y para Europa y el mundo entero”.
Andrius Kubilius, eurodiputado lituano y ex primer ministro, señaló que todavía es una opinión minoritaria entre los políticos europeos creer en un cambio democrático real en Rusia. No obstante, considera que es un argumento crucial tanto para Rusia como para Ucrania.
Algunos de los participantes en el foro abandonaron Rusia hace más de una década, mientras que otros lo hicieron tras la invasión a Ucrania en febrero de 2022. Para este encuentro viajaron desde ciudades como Berlín, Vilna, París, Tbilisi y otros lugares que se han convertido en refugio para los exiliados rusos.
Varios oradores señalaron que el colapso del régimen de Putin es solo cuestión de tiempo, y aunque la era posterior a Putin podría implicar un intento de toma de poder por parte de aquellos dentro del círculo interno, las circunstancias podrían cambiar rápidamente.
“Cualquier gobernante posterior a Putin sería significativamente más débil en términos de legitimidad y autoridad pública... el régimen intentará aferrarse al poder, pero no durará mucho”, afirmó Vladimir Milov, un político opositor de larga trayectoria que fue viceministro de Energía al comienzo del gobierno de Putin. “Es entonces cuando tenemos que presionar para que la gente alce su voz”, añadió.
Oleksiy Arestovych, el único ucraniano presente en el foro y ex asesor del presidente Volodimir Zelensky, desestimó la opinión común en Ucrania de que la oposición rusa debería ser ignorada debido a su afinidad con la mentalidad imperial del Kremlin. Arestovych considera que es importante pensar en cómo cambiar el régimen en Rusia en lugar de simplemente esperar su desintegración, ya que la liberación de Rusia es fundamental no solo para su propia libertad, sino también para la seguridad de Ucrania.
Aunque el mensaje en el foro fue enérgico, la oposición rusa sigue dividida en cuanto a la mejor forma de cooperación. Los representantes de la fundación del preso político Alexei Navalny, el líder de oposición más conocido en Rusia, no estuvieron presentes en el encuentro y han boicoteado muchos eventos similares considerándolos inútiles.
Pese a que algunas de las discusiones sobre una futura Rusia pueden parecer prematuras, muchos reconocen lo rápido que pueden cambiar las circunstancias en el país y la importancia de estar preparados.
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