Se profundiza la interna en la coalición de gobierno en Alemania: negocian acuerdos en temas de energía e inmigración

El canciller Olaf Scholz intentará suavizar las olas en las disputas en la alianza federal. Una semana clave para acuerdos que eviten un verano político turbulento en Berlín.

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El canciller Olaf Scholz deberá
El canciller Olaf Scholz deberá demostrar su destreza para hacer recaer en acuerdos las diferencias internas en su alianza de gobierno.

Las disputas en la coalición de gobierno en Alemania se verán reflejadas en las soluciones que puedan arribar los socialistas, liberales y verdes en temas como la calefacción, el presupuesto o el conflicto migratorio en el continente. De no llegar a puntos de encuentro, los socialdemócratas (SPD), los ambientalistas (Verdes) y los conservadores (FDP) dirigirán a una tormenta politica al pais durante el parón del verano.

La alianza federal en Berlín está obligada a buscar pactos que le permita resolver sus disputas sobre la Ley de Energía para la Construcción o el presupuesto nacional en los próximos días. Ambas iniciativas, de lograr el entendimiento, después de varios meses de debate, podrían recién entonces lograr antes de las vacaciones la aprobación parlamentaria.

Por otro lado, y luego del acuerdo a nivel europeo, Scholz buscará defender el acuerdo comunitario a nivel federal, proyecto de gestión solidaria que incluye la evaluación de las solicitudes en las fronteras exteriores del bloque, punto de fuerte resistencia de los Verdes.

El canciller, en una intervención ante el Congreso de la Iglesia Evangélica alemana, subrayó el apoyo a esta política europea como antesala a una “cuestión pendiente” que debe resolverse fronteras adentros de su país. Este destacado de Scholz esperaba ser una señal para la Juventud Verde, que ha llegado a marcar que está en peligro la continuidad de la coalición.

La calefacción del próximo invierno es otro de los temas más “calientes”. Las negociaciones sobre la norma de energía lleva semanas de discusiones sin avances. La iniciativa busca la desafectación de los sistemas de calefacción de petróleo y gas natural en 2024. Los nuevos equipos tendrán que funcionar con un 65% de energía renovable.

Aquí la discrepancia tiene que ver con los sistemas a autorizar. Los liberales se muestran en contra de la idea de los ambientalistas de privilegiar solo los equipos con bomba de calor. El FPD quiere dejar que prevalezca la tecnología más eficiente que se ofrezca en el mercado. Mientras, los socialistas están enfocados principalmente en los subsidios familiares para la renovación energética.

El ministro de Economía y
El ministro de Economía y Ambiente, Robert Habeck y el canciller Olaf Scholz llevan semanas debatiendo un acuerdo por la "ley de la calefacción"

Al mismo tiempo, hay que resolver la cuestión presupuestaria. El gasto en las ordenadas cuentas alemanes se ha disparado tras la pandemia del coronavirus y fundamentalmente con la invasión rusa a Ucrania. Los datos sitúan al endeudamiento neto en 2024 en unos 17 mil millones de euros, de acuerdo a lo que divulga la prensa alemana.

Quien está hace tiempo decidido a cerrar el grifo es el ministro de Finanzas, Christian Lindner. El líder del partido liberal presentó una hoja de ruta con los gastos para cada ministerio con un techo presupuestario. Sin embargo, este esquema fue rechazado por un tercio del gabinete.

Con este escenario se cierne otra amenaza en el país. El desgaste político da lugar al crecimiento de la extrema derecha. Según una encuesta de YouGov publicada el viernes pasado, el 20% de los votantes alemanes daría su voto al partido ultraconservador AfD, lo que le convierte en el segundo partido por detrás de los demócratas (CDU) (28%) y por delante del SPD de Scholz (19%).

El voto de protesta empieza a jugar un papel central por lo cual la agenda de diferencias debería ser saldada para que el parlamento ponga en marcha varias de estas reformas en debate. Los analistas insisten en que el gobierno no está logrando satisfacer las demandas de los votantes, aumentando la percepción pública del fracaso de la coalición federal que dirige el país desde Berlín.

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