A menos de una semana de la destrucción de la represa de Kajovka, situada en el río Dnipro a su paso por la provincia de Kherson, este domingo las tropas rusas destruyeron una pequeña presa en la región de Donetsk, con el mismo objetivo: contener la contraofensiva del Ejército ucraniano.
El ataque se llevó a cabo contra una presa en el río Mokri Yaly, lo que provocó la inundación de ambas orillas.
“En el río Mokri Yaly, los ocupantes volaron una presa, lo que provocó inundaciones en ambas orillas”, declaró Valerii Shershen, portavoz de las Fuerzas de Defensa del Frente Tavriia, en diálogo con el portal Ukrainska Pravda.
Aclaró, no obstante, que “esto no afecta a las operaciones ofensivas de las Fuerzas de Defensa del Frente Tavriia”.
Según explicó el portavoz militar, las tropas de Putin buscan frenar la contraofensiva ucraniana con la voladura de instalaciones hidroeléctricas.
“Primero, los ocupantes volaron el embalse de Karlivka, luego la central hidroeléctrica de Kajovka, después volaron otras instalaciones hidroeléctricas en la parte ocupada de la provincia de Zaporizhzhia. En el óblast de Zaporizhzhia esperaban un avance de las Fuerzas de Defensa, así que para frenar nuestro avance recurrieron a esta táctica cuando volaron de nuevo la instalación hidroeléctrica del río Mokri Yaly. Sin embargo, esto no ha afectado al avance de las Fuerzas de Defensa”, agregó Shershen.
Tres personas murieron y diez resultaron heridas el domingo en un ataque contra un barco que transportaba evacuados de las zonas inundadas en sur de Ucrania, anunció el gobernador local.
“Trece personas fueron víctimas del bombardeo a un barco que evacuaba a personas de la orilla izquierda [del río Dnipro]. Tres murieron y otros diez resultaron heridos, entre ellos dos agentes de las fuerzas orden”, declaró en Telegram Oleksandre Prokudin, gobernador de la región de Kherson.
El gobernador acusó particularmente a Rusia de matar “por la espalda” a uno de los ocupantes del barco, un hombre de 74 años que estaba protegiendo a una mujer.
Esta evacuación, había explicado previamente el asesor de la Presidencia ucraniana, Andrei Yermak, venía dada por la crecida de las aguas tras la destrucción esta semana de la presa de Kajovka, en el río Dnipro que separa las dos zonas de Jersón controladas por Rusia y Ucrania, y de la que ambos países se culpan mutuamente.
Por su parte, el mando militar ucraniano anunció este domingo la “liberación” de la población de Blahodatne, en el Donetsk, lo que sería el primer logro en la esperada ofensiva para recuperar territorios de esa región en gran parte ocupada por las tropas rusas. En la operación fueron capturados seis soldados rusos, informó un portavoz militar desde Kiev, según el portal Ukrinform.
La población se encuentra en los límites entre Donetsk y Zaporizhzhia, según precisa esa fuente, que publica además la imagen de una bandera izada en un edificio parcialmente destruido que correspondería a ese lugar.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, afirmó ayer que la esperada contraofensiva estaba ya “en marcha”, aunque sin revelar el alcance ni los detalles sobre su estado. El mandatario añadió al respecto que no daría más informaciones sobre el “estado” en que se encuentra esa operación militar y se limitó a hablar de “acciones defensivas” y de “contraataque” contra las fuerzas rusas.
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