El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, llegó a Kiev en una visita no anunciada previamente, por razones de seguridad, informó el portal Ukrinform, que presentó una imagen del político en la capital ucraniana.
Trudeau realiza la visita acompañado de la viceprimera ministra, Chrystia Freeland, de acuerdo con esa fuente, que recuerda el fuerte apoyo de Canadá a Ucrania tras la invasión de las tropas rusas, tanto en lo económico como en suministros de armas.
La visita de la delegación canadiense se produce mientras el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, redobla los esfuerzos para paliar los efectos de las inundaciones causadas por la voladura de la presa de Kajovka y mientras Kiev sigue sin confirmar si se ha iniciado la contraofensiva para recuperar el territorio ocupado.
El viaje del mandatario de Canadá coincide con la crisis provocada por los centenares y devastadores incendios forestales desatados en los últimos días en su país.
Trudeau, anunció hoy desde Kiev un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, así como la participación de su país en el entrenamiento de pilotos ucranianos en el manejo de aviones de combate F-16.
El nuevo paquete de ayuda militar será de 500 millones de dólares, informa el portal Ukrinform, tras la conferencia de prensa de Trudeau en la capital ucraniana junto al presidente Volodímir Zelensky.
Entre los envíos se incluyen 299 misiles AIM-7 de defensa aérea, de acuerdo con esa fuente, que remite esos detalles a un comunicado del Gobierno canadiense desde Otawa, coincidiendo con la visita.
El líder ucraniano afirmó asimismo el propósito de su país de incautar un avión de transporte de propiedad rusa Antonov que aterrizó en Canadá el año pasado.
Trudeau llegó este sábado a Kiev junto a la viceprimera ministra de su país, Chrystia Freeland, para una visita no anunciada previamente, por razones de seguridad.
Es el segundo viaje del primer ministro canadiense desde el inicio de la invasión rusa a ese país, al que Canadá ha prestado un fuerte apoyo, tanto en lo económico como en suministros de armas.
El país norteamericano participa asimismo en la organización de un centro logístico y de mantenimiento en Polonia para los tanques Leopard suministrados por aliados occidentales a Ucrania.
La visita de la delegación canadiense se produce mientras Zelensky refuerza los esfuerzos para paliar los efectos de las inundaciones causadas por la voladura de la presa de Kajovka.
Al líder canadiense, por su parte, le corresponde seguir la gestión de la crisis provocada en su país por los centenares de devastadores incendios forestales desatados en los últimos días en su país.
El líder canadiense llega al país tras el ataque a la represa de Kajovka, que han obligado a el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a advertir de la creciente presión que sufre el dique de protección del estanque de agua para la refrigeración de la planta nuclear de Zaporizhzhia, al sureste de Ucrania.
Tras la voladura de la presa de Kajovka, la fuga masiva de agua del embalse está causando presión sobre el dique en torno al estanque que abastece a la planta con agua para enfriar los reactores que desde hace meses están parados.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, afirmó que las consecuencias de la voladura de la presa de Kajovka por parte de las fuerzas rusas en el sur del país quedarán patentes dentro de una semana.
“Habrá grandes problemas con el agua potable, incluso donde no haya inundaciones. En toda la región, tanto en Dnipropetrovsk como en Zaporizhzhia, así como en Kherson”, dijo Zelensky en una rueda de prensa en Kiev, en declaraciones citadas por la agencia Ukrinform.
“Podremos comprender las consecuencias de la tragedia en aproximadamente una semana. Cuando bajen las aguas, estará claro qué ha quedado (en las zonas arrasadas) y qué pasará a continuación”, agregó.
Zelensky reiteró que los servicios de información ucranianos disponían de indicios de que las fuerzas rusas, en control de la presa de Kajovka, habían colocado minadas en el dique sobre el río Dniéper con la intención de volarlo, y que Kiev era consciente del riesgo, del que había informado a sus aliados.
El presidente ucraniano agregó que los diplomáticos de su país buscarán ahora obtener una reacción de países “que siempre prestan mucha atención a los problemas y desafíos ambientales” y que en el curso de la guerra han adoptado una “posición mediadora”.
“De verdad que me gustaría una reacción de América Latina y de Asia”, indicó.
Según las autoridades ucranianas, la destrucción del embalse pone en riesgo las cosechas en las regiones de Kherson, Zaporizhzhia y Dnipropetrovsk, dependientes de Kajovka para el regadío, mientras que la explosión ha provocado además el vertido de cientos de toneladas de sustancias contaminantes al Dniéper.
(Con información de EFE)
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