Las tensiones migratorias están siempre en el centro de las preocupaciones europeas, aunque se han agravado en el último año. Por eso, presionados por una situación que se vuelve catastrófica, los ministros del Interior de los Veintisiete están muy cerca de sellar un acuerdo clave en materia de migración y asilo.
Después de años de fuertes discusiones, la Unión Europea (UE) se acerca a un pacto que podría establecer una politica unificada. Este jueves en Luxemburgo, los representantes gubernamentales adhirieron al proyecto propuesto por Bruselas en el año 2020. El trámite, sin embargo, aún tiene detractores de peso.
Giorgia Meloni, la Presidenta del Consejo de Ministros de Italia, seria un muro para este avance, si es que no se escucha sus reclamaciones sobre el tema. Su país, es una de las naciones mas sensibles por su disposición geográfica, muy permeable para el ingreso de personas que buscan refugio en Europa.
La visita del Canciller Olaf Scholz, este jueves al Palacio Chigi, que se encontrará con Meloni, buscará una solución a estas diferencias. Alemania, junto a Países Bajos o Suecia, que acogen movimientos secundarios, tienen posiciones menos rígidas que Italia. Y este último, en la primera línea para los ingresantes al Viejo Continente - junto a Grecia y España - lidera la posición más intransigentes, en particular sobre los tiempos obligados para dar asilo a los migrantes.
El expediente, por lo tanto, tiene sensibilidades que los Estados miembros deberán resolver. Incluso, muchas situaciones han quedado públicamente expuestas, como las peleas recientes entre Giorgia Meloni y el Presidente francés, Emmanuel Macron sobre criterios divergentes en la materia.
Pero, de coincidir hoy con el visto bueno, el acuerdo será un avance luego de varios años conmocionantes por la grave crisis migratoria. Representaría un avance indiscutible en establecer un marco común, uno de los temas con mayor polarización en la agenda de la UE.
Entonces, si hay pacto, recién se permitirá al Consejo del bloque iniciar negociaciones con el Parlamento Europeo con el objetivo de concluir la legislación, en lo posible previa a elecciones del gobierno comunitario durante 2024.
Suecia, que ha encabezado la negociaciones, cree luego de tres años la acometida está cerca. “Si debe haber un acuerdo, es hoy”, dijo Maria Malmer Stenergard, ministra de migración de Suecia, país que ocupa la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
“Creo que, en mi opinión, estamos tan cerca que no hay una razón aceptable para no caminar la última milla”, se entusiasma la funcionaria.
El punto de equilibrio en torno a la mayoría cualificada de los Estados miembros podrían reunirse durante esta jornada. Este optimismo era compartido por el homólogo francés. Gérald Darmanin, ministro del Interior galo, instó a los países a superar sus diferencias y buscar puntos en común.
“Este es un texto muy difícil y Francia viene con un espíritu de compromiso”, dijo Darmanin a los periodistas el jueves. “Incluso si todavía tenemos algo de trabajo por hacer esta mañana, hay todo lo que tenemos que hacer para que las cosas avancen”.
El acuerdo supondría que los 27 gobiernos se inclinaran globalmente a endurecer las condiciones de acceso a sus territorios, por ende al bloque. El mecanismo común establece un principio de responsabilidad para los llamados países de primera línea, entre ellos Italia, España y Grecia, que deberán controlar más eficazmente las fronteras exteriores de la Unión.
Por su parte, la naciones de “segunda línea” se comprometen a una forma de solidaridad. O recibirán a los solicitantes de asilo en su territorio, o pagarán una compensación a los países de acogida, financiado los centros de acogida.
Según se espera, habrá un debate entre los ministros sobre el importe de la asignación, en torno a los 20.000 euros por persona. El plazo tambien es un punto caliente: Italia pide, que el periodo de acogida se reduzca a 12 meses de los actuales 24, mientras otros países quieren que ese margen sea de tres años.
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