Las fuerzas estadounidenses, taiwanesas y japonesas compartirán datos en tiempo real de drones de reconocimiento para fortalecer la coordinación, informó el miércoles el Financial Times, citando a personas familiarizadas con el proyecto.
A finales de la presidencia de Trump, Estados Unidos anunció más de 5.000 millones de dólares en ventas de armas a Taiwán, incluidos cuatro drones aéreos por valor de 600 millones de dólares, destinados a mejorar las capacidades de la isla y desalentar una invasión china.
El periódico dijo que Washington permitiría que esas aeronaves se integraran en el sistema que utilizarán las fuerzas estadounidenses en la región y la Fuerza de Autodefensa de Japón.
El informe añadía que esto permitiría a EEUU y a sus socios observar simultáneamente toda la información recogida por los aviones no tripulados.
El FT detalló que el contratista de defensa estadounidense General Atomics tiene previsto entregar a Taipei cuatro aviones no tripulados MQ-9B Sea Guardian a partir de 2025, que tiene la capacidad de detectar, rastrear y apuntar a buques y radares enemigos, lo que la hace inestimable en un eventual conflicto sobre Taiwán, donde buques de guerra y submarinos chinos operarían muy cerca.
El proceso de planificación incluye la formación de las fuerzas taiwanesas en la utilización del sistema de drones junto a sus homólogos estadounidenses y japoneses. Una vez desplegados los MQ-9 por el Cuerpo de Marines en Hawai, las Fuerzas Aéreas de EEUU en Japón, y la guardia costera y la armada japonesas, los aliados colaborarán para establecer una imagen operativa común: la recopilación y el intercambio simultáneo de información.
El objetivo de la colaboración es proporcionar un panorama completo en tiempo real de los movimientos de la Armada del régimen chino en la región.
La inclusión de Taiwán en las estructuras de interoperabilidad entre el ejército estadounidense y sus aliados es un asunto delicado debido a complicaciones históricas, ya que Washington puso fin a su tratado de defensa mutua con Taipei en 1979. China considera Taiwán su territorio y ha manifestado en repetidas ocasiones su oposición a cualquier contacto militar entre Taiwán y países con lazos diplomáticos con China. Por ello, el intercambio de datos también conlleva el riesgo de que China lo considere una escalada.
No obstante, la colaboración entre las tres partes sigue siendo crucial para hacer frente a las crecientes agresiones e incursiones del Ejército Popular de Liberación en las zonas de identificación de defensa aérea de Taiwán y Japón.
Esta semana, los guardacostas de EEUU, Japón y Filipinas finalizaron sus primeras maniobras conjuntas tras una semana de ejercicios que incluyeron simulacros de abordaje a buques con armas de destrucción masiva en un militarizado mar de China Meridional.
Estas maniobras fueron el preludio del patrullaje conjunto entre Washington y Manila en el mar de China Meridional, previsto a partir de octubre de este año, y llegan en medio de crecientes tensiones entre China y EEUU por la agresividad de Pekín en esas aguas y alrededor de Taiwán.
Este jueves, Taiwán notificó la incursión de 37 aviones militares chinos en sus alrededores, maniobras cada vez más habituales por parte del régimen.
Las incursiones de aviones militares del Ejército Popular de Liberación (EPL, Ejército chino) en la ADIZ taiwanesa aumentaron considerablemente a partir de finales de 2021 y se hicieron todavía más frecuentes a raíz del viaje de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla en verano de 2022.
China insiste en “reunificar” la República Popular con la isla, que se gobierna de manera autónoma desde que los nacionalistas del Kuomintang (KMT) se replegaran allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas y continuaran con el régimen de la República de China, que culminó con la transición a la democracia en la década de 1990.
(Con información de Reuters y EFE)
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