Más de 5.900 personas fueron evacuadas de las zonas inundadas tras la destrucción de la represa de Kajovka, en el sur de Ucrania, según indicaron este miércoles las autoridades ucranianas y las de la ocupación rusa que controlan la orilla del otro lado del río Dniéper en la región.
“La evacuación de la población sigue en la región de Kherson. Nuestros rescatistas, policías y voluntarios ya evacuaron a 1.894 ciudadanos”, indicó a la televisión el ministro ucraniano del Interior, Igor Klymenko. Según él, 30 localidades están inundadas, de las cuales 10 son rusas.
“Actualmente no hay información de fallecidos o heridos”, había indicado previamente un portavoz de los servicios de emergencia, Oleksandr Khorunzhyi, y añadió que el nivel del agua en la ciudad de Kherson había aumentado cinco metros.
Las autoridades instaladas por Rusia anunciaron por su lado que evacuaron a “más de 4.000 personas” hasta ahora. “El alojamiento de los habitantes de la región de Kherson afectados por las inundaciones se efectúa, entre otros, en centros temporales. Más de 4.000 personas fueron evacuadas hasta ahora”, indicó en Telegram Vladimir Saldo, jefe de la ocupación rusa en la región.
Periodistas de la agencia de noticias AFP vieron el miércoles en los barrios de Kherson a los habitantes evacuados con sus animales de compañía y algunas pertenencias a bordo de barcos y de vehículos anfibios.
La destrucción de esta represa por parte de las fuerzas rusas causará “una de las peores catástrofes medioambientales de las últimas décadas”, fustigó el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal. “Decenas de ciudades y pueblos se encontrarán con problemas de agua potable, de acceso a las provisiones de agua para la irrigación”, dijo el dirigente en un discurso a distancia en una reunión de la OCDE.
Tatyana Kuzmich, vicegobernadora de la región de Kherson, afín a Moscú, indicó que 38 personas tuvieron que ser rescatadas de los tejados de sus casas. Otros vecinos seguían bloqueados en situaciones parecidas. Unas 350 personas se encontraban en centros de acogida temporales, añadió.
Advertencia de la ONU
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas (ONU) consideró “probable” este miércoles que el impacto humanitario de la destrucción de la represa Kajovka “se agrave en las próximas horas” y que eso aumente seriamente los riesgos de salud para las poblaciones cercanas.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, en su rueda de prensa diaria, dijo que la oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y otras cinco agencias están evaluando los daños y la respuesta humanitaria con ONG locales y con las autoridades en Kherson donde se ubica la presa. “Nos dicen que el desastre probablemente empeorará en las próximas horas a medida que sigue subiendo el nivel del agua y más pueblos y aldeas se inundan. Eso afectará al acceso de la gente a servicios esenciales y aumentará seriamente riesgos para la salud”, explicó.
La ONU y sus agencias han repartido en cinco localidades de Kherson y en Mykolaiv miles de botellas de agua, tabletas de purificación de agua y suministros esenciales para niños, además de comida para los recién evacuados, indicó la OCHA.
La agencia advirtió que cientos de miles de personas dependían de la reserva de Kajovka para recibir agua potable y sus niveles “están bajando rápidamente”, un problema que se suma al de la potencial contaminación de las fuentes de agua debido a las inundaciones.
“La destrucción de la presa probablemente afectará a la seguridad alimentaria” ya que en la superficie anegada había cultivos recién plantados y además no solo han dañado los sistemas de irrigación de las región de Kherson, también las de Dnipro y Zaporizhia.
La superficie anegada es aún mayor en la margen oriental del río, donde se encontraba la Central Hidroeléctrica de Nueva Kajovka, pero las autoridades ucranianas no pueden ofrecer un balance preciso de daños al estar esta parte de la provincia de Jersón ocupada por Rusia.
(Con información de AFP y EFE)
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