Reino Unido retirará los equipos de vigilancia de fabricación china de algunos edificios

El gobierno revisará la vigilancia en las zonas sensibles para la seguridad nacional

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Cámara de vigilancia en la
Cámara de vigilancia en la zona de Kings Cross en Londres (Reuters)

Reino Unido se ha comprometido a retirar los equipos de vigilancia de fabricación china de los lugares sensibles del Gobierno como parte de sus últimos planes para abordar las preocupaciones de seguridad nacional relacionadas con China.

Bajo el mandato del primer ministro Rishi Sunak, que ha calificado a China como el mayor desafío mundial a la seguridad y la prosperidad, el Gobierno pidió el año pasado a sus departamentos que dejaran de instalar cámaras de vigilancia vinculadas a China en edificios sensibles.

En un anuncio en el que se propone un endurecimiento de las normas de contratación pública, el Gobierno declaró: “También nos comprometeremos a publicar un calendario para la retirada de los equipos de vigilancia producidos por empresas sujetas a la Ley de Inteligencia Nacional de China de los lugares sensibles de la Administración central”.

“Al comprometernos con este calendario, estamos dando garantías y urgencia a los planes de retirada”.

Policía frente a Downing Street
Policía frente a Downing Street (Reuters)

La declaración no nombra empresas concretas.

El premier conservador viajó a EEUU y se reunirá el jueves con el presidente norteamericano, Joe Biden. Según Londres, ambos políticos intensificarán sus esfuerzos a fin de “proteger las industrias clave y salvaguardar cadenas de suministro frente a amenazas, como las de estados hostiles” e impulsarán su cooperación en materia de Inteligencia Artificial (AI).

Cierre de comisarías

El Gobierno británico comunicó el martes a la Embajada de China en Londres que tener comisarías chinas en el Reino Unido es “inaceptable” y que “no deben operar de ninguna manera”, si bien Beijing ya ha cerrado estas instalaciones, señaló este martes el secretario de Estado de Seguridad, Tom Tugendhat.

La Policía llevó a cabo una investigación sobre denuncias de comisarías chinas no oficiales que operaban en territorio británico para seguir supuestamente de cerca y hostigar a las comunidades de la diáspora y, en algunos casos, para obligar a las personas a regresar a China fuera de los canales legítimos.

El Foreign Office ha comunicado a la Embajada de China que “cualquier función relacionada con tales comisarías en el Reino Unido es inaceptable y no deben operar de ninguna forma. La Embajada de China respondió posteriormente que todas esas comisarías fueron cerradas en forma permanente”, indica Tugendhat en una declaración por escrito remitida al Parlamento.

En la notificación del secretario de Estado se indica que investigaciones de la organización no gubernamental “Safeguard Defenders” revelaron que había tres comisarías chinas en el Reino Unido, en Croydon y Hendon (ambas en Londres) y en Glasgow (Escocia), pero que había denuncias de una cuarta, en Belfast.

“Estas comisarías se establecieron sin nuestro permiso y su presencia, independientemente de cualquier actividad administrativa de bajo nivel que estuvieran realizando, habrá preocupado e intimidado a quienes abandonaron China en busca de seguridad y libertad aquí en el Reino Unido”, agrega la nota del secretario de Estado.

Las autoridades chinas critican regularmente a otros países por lo que consideran una injerencia en sus asuntos internos, pero “se sintieron capaces de abrir sitios no atribuidos sin consultar al Gobierno del Reino Unido”, indica Tugendhat.

(Con información de Reuters y EFE)

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