Un conducto de amoniaco que une la ciudad rusa de Togliatti y Odesa, en el sur de Ucrania, explotó el lunes y dejó varios heridos.
El conducto estaba desactivado desde febrero de 2022, pero Moscú esperaba su puesta en funcionamiento.
Rusia señala a Ucrania como responsable del hecho, que se produce apenas un día después del desastre de la represa de Kajovka, del que ambos países se culpan mutuamente.
“Un grupo de sabotaje ucraniano hizo estallar el conducto de amoniaco Togliatti-Odesa”, de unos 2.400 km de largo, que conecta esa ciudad rusa a orillas del Volga con la ciudad portuaria ucraniana del Mar Negro, señaló el ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
Dicho “acto terrorista” se produjo el lunes a la noche noche cerca de Masiutovka, un pequeño pueblo controlado por las fuerzas rusas en la región de Kharkiv, en el noreste de Ucrania, que fue recuperada en su casi totalidad por el ejército ucraniano el pasado otoño boreal, según la misma fuente.
“Varios civiles resultaron heridos. Se les aportó toda la asistencia médica necesaria”, indicó el ministerio ruso de Defensa.
Antes del conflicto, el conducto le permitía a Rusia exportar cada año más de 2,5 millones de toneladas de amoniaco, un componente fundamental para los fertilizantes, principalmente a la Unión Europea.
El conducto había sido puesto en servicio para exportar los productos de la empresa química de Togliatti, el mayor productor ruso de amoniaco y uno de los más importantes del mundo.
El tránsito a través de ese conducto, construido a finales de los años 1970, quedó interrumpido al inicio de la ofensiva rusa en Ucrania en febrero de 2022.
La reanudación del funcionamiento, pedida por Moscú, forma parte de las negociaciones, bajo mediación de la ONU, sobre el acuerdo que ha permitido exportar millones de toneladas de granos ucranianos a través del mar Negro desde julio de 2022.
Dicho acuerdo, fundamental para el suministro mundial de alimentos, fue renovado en mayo por un periodo de dos meses, hasta el 17 de julio, mientras Moscú sigue presionando para que se garanticen sus exportaciones, en particular de fertilizantes.
“Ese conducto de amoniaco era crucial para la seguridad alimentaria mundial”, dijo este miércoles en declaraciones a la prensa la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova.
La portavoz acusó a Ucrania de haber “asestado un duro golpe a los esfuerzos de la ONU en la lucha contra el hambre”.
Rusia y Ucrania también se acusan esta semana de la destrucción parcial de la represa Kajovka, un acto que provocó inundaciones de pueblos próximos y evacuación de residentes.
Ucrania calificó a Rusia de “Estado terrorista” ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). El ataque sobre la represa de Kajovka “provocó importantes evacuaciones civiles y graves daños ecológicos”, declaró el representante ucraniano Anton Korinevich ante la más alta jurisdicción de la ONU. “Las acciones de Rusia son las acciones de un Estado terrorista, de un agresor”, añadió.
Se trata de un caso como el de Nord Stream, el gasoducto que iba de Rusia a Alemania y fue volado en septiembre del año pasado en el Mar del Norte.
La semana pasada, drones atacaron el miércoles dos refinerías de petróleo situadas a sólo 65-80 km al este de una de las mayores terminales de exportación de petróleo de Rusia, provocando un incendio en una de ellas y sin causar daños en la otra, según funcionarios rusos.
Los ataques con aviones no tripulados en el interior de Rusia se han intensificado en las últimas semanas con operaciones sobre Moscú, oleoductos e incluso el Kremlin, mientras se aguarda una posible contraofensiva ucraniana.
(Con información de AFP, Reuters y EFE)
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