Miles de personas participaron este domingo en un gigantesco dictado organizado en la avenida de los Campos Elíseos de París, en un espacio de 6.600 metros cuadrados con 1.779 pupitres, coronado por una pizarra de 102 metros. El evento fue el más grande en su tipo, lo que le valió batir el récord Guinness.
El evento, al que se enviaron más de 50.000 candidaturas, es el primero de este tipo en organizarse en el mundo.
Del total de solicitudes, sólo 5.100 personas de 10 a 92 años fueron elegidas por sorteo. Estos afortunados participaron en uno de los tres grandes dictados organizados, con el novelista Rachid Santaki como maestro de ceremonias. Aunque solo el primero fue tomado en cuenta para el récord.
El primero era un fragmentado del cuento “La Mule du pape” [La mula del papa], del escritor francés Alphonse Daudet, y fue leído por el periodista y presidente de la asociación Bibliotecas sin fronteras, Augustin Trapenard.
Los dos otros eran un escrito contemporáneo leído por la escritora y periodista Katherine Pancol, y un texto sobre un tema deportivo, dictado por el jugador de rugby Pierre Rabadan.
A las 14.15, hora local, un silencio total se apoderó de la famosa avenida. Jóvenes y mayores se inclinaron sobre las hojas en blanco, bolígrafo en mano.
Al cabo de unos minutos, Samson, de 10 años, se “rindió”. El ejercicio era complicado porque “iba demasiado rápido”, dijo.
Adrien Blind, de 42 años, se sintió aliviado cuando el dictado terminó unos 20 minutos más tarde. “A través de este ejercicio, recordé el estrés, las preocupaciones, la sensación de perder el hilo”, declaró.
El ejercicio del dictado es uno de los pilares de la educación francesa y suele levantar pasiones en el país.
El hijo de Blind, Antoine, estaba disgustado. Es uno de los mejores de su clase, pero esta vez, su copia estaba casi vacía. “¡Era casi imposible! Era un dictado para adultos”, criticó.
Touria Zerhouni, una jubilada de 65 años, soltó un grito de alegría durante la corrección. “¡Sólo cometí dos errores! Esperaba que fuera mucho más difícil”, se entusiasmó.
Para Marc-Antoine Jamet, el dictado masivo de los Campos Elíseos es una oportunidad perfecta para poner a prueba su ortografía y celebrar de paso la lengua francesa. “El dictado es un instrumento de convivencia. Une a las personas”, aseguró.
El acto fue impulsado por el Comité de los Campos Elíseos, una organización que se dedica a promover el desarrollo económico y el interés por una avenida que consideran la más bella del mundo.
Entre sus miembros hay representantes de muchas de las tiendas del icónico paseo que desciende desde el Arco del Triunfo, desde marcas de lujo a cadenas de restaurantes de comida rápida.
(Con información de AFP y EFE)
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