La otrora estrella estadounidense de la biotecnología Elizabeth Holmes comenzó este martes a cumplir su sentencia de once años de cárcel en una prisión del estado de Texas, adonde fue enviada por estafar a inversores de su empresa, Theranos, por varios millones de dólares.
La ex empresaria de 39 años llegó a la prisión federal de mujeres en Bryan, cerca de Houston (Texas), después de que una corte negara su última petición para permanecer libre mientras apelaba la condena por fraude.
Se trata de una institución de mínima seguridad con dormitorios, una proporción baja de guardias por recluso y un perímetro vallado limitado o inexistente, según la Oficina Federal de Prisiones. Estas prisiones reciben a veces el apodo de “campamento federal” porque son menos restrictivas que otras instituciones.
Según medios estadounidenses, la prisión alberga a más de 600 mujeres delincuentes, la mayoría de las cuales están condenadas por delitos de cuello blanco, cargos menores relacionados con drogas y por acoger a inmigrantes ilegales.
Sin intimidad
La fundadora de la fraudulenta empresa de análisis de sangre Theranos deberá vestir el uniforme de la cárcel: pantalones y camisa de color caqui. También tendrá que despertarse todos los días a las 6:00 am junto con otras reclusas.
Según los medios estadounidenses, podría tener compañeras de habitación. Las reclusas suelen alojarse en literas para dos personas al estilo de los dormitorios y en cubículos de cuatro a ocho personas, según Pink Lady Prison Consultants, un grupo de consultoría penitenciaria dirigido por personas que han estado encarceladas. Las presas también comparten los baños.
“No hay intimidad”, dijo a CNN Mark MacDougall, abogado defensor especializado en delitos de cuello blanco y ex fiscal federal. “Creo que la gente que habla de ‘campamento federal’ nunca ha estado realmente dentro de una institución correccional federal. No es un lugar en el que la gente quisiera pasar tiempo si pudiera estar en otro sitio”.
Holmes no será la única reclusa famosa en la cárcel de Bryan. Jennifer Shah, una celebridad que participó en programa “Real Housewives of Salt Lake City”, también cumple en el centro una condena por su implicación en un fraude de telemarketing.
La nueva rutina de Holmes
La vida en el centro federal gira en torno al trabajo y los programas extracurriculares, según el manual de la prisión.
Holmes podrá tener un trabajo por el que cobrará entre 12 céntimos y 1,15 dólares la hora. La mayoría de las reclusas colaboran en el servicio de comidas y realizan tareas de fábrica.
Fuera de su ocupación, las reclusas pueden recibir clases de negocios y de idiomas extranjeros, ver la televisión, practicar deportes e ir a servicios religiosos, según el manual.
Holmes también dispondría de una hora para cada comida en el centro, que ofrece un menú estándar de la Oficina Federal de Prisiones, compuesto por alimentos como pollo, hamburguesas, perritos calientes, tacos y macarrones.
La ex empresaria podrá además hablar con su familia a través de videollamadas. Las reclusas también pueden recibir visitas durante los fines de semana y los días festivos, pero, al igual que el resto de reclusas, Holmes tendría limitado el contacto físico con su pareja, el heredero hotelero William Evans, y sus dos hijos pequeños, uno de ellos de tres meses.
Las normas del centro exclusivo para mujeres también son estrictas, según el manual, que añade que las reclusas son “tratadas con madurez y responsabilidad” y “se espera de ellas que actúen en consecuencia”.
Las reclusas pueden enfrentarse a medidas disciplinarias por una serie de acciones, como no mantener ordenada su celda o habitación, dormir más allá de la hora designada para despertarse, compartir su cuenta de teléfono con otras reclusas y abandonar una zona durante el pase de lista oficial, que se realiza cinco veces al día.
Además de su tiempo en prisión, la justicia ordenó a Holmes a pagar 452 millones de dólares a los inversores defraudados. Se repartirá la cantidad con su antiguo socio sentimental y comercial, Ramesh “Sunny” Balwani, que empezó a cumplir una condena de 13 años de cárcel en abril.
En 2014, Forbes valoró la fortuna de Holmes en 4.500 millones de dólares y la describió como la mujer multimillonaria más joven que no heredó su fortuna.
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