Moldavia se prepara para la cumbre de la Comunidad Política Europea y busca enviarle una fuerte señal a Putin

El 1 de junio este pequeño pais vecino a Ucrania se convertirá en el centro de la Europa geopolítica. La nación espera la adhesión a la UE para evitar las maniobras de desestabilización digitadas por Moscú

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La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, una de las líderes que ha mostrado mayor coraje para enfrentar las agresiones de Putin y espera la adhesión de su pais a la Unión Europea.
La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, una de las líderes que ha mostrado mayor coraje para enfrentar las agresiones de Putin y espera la adhesión de su pais a la Unión Europea.

A unos 35 kilómetros de Chisinau, la capital moldava, se espera una puesta en escena irrefutable para disuadir las ambiciones de Vladimir Putin. Del príncipe Alberto a Emmanuel Macron, de Olaf Scholz a Viktor Orban, de Rishi Sunak a Pedro Sánchez, cerca de 50 líderes europeos se reunirán este jueves en la pequeña nación vecina a Ucrania que vive con temor las maniobras desestabilizadoras ideadas desde el Kremlin.

La imagen pretende estar cargada de simbolismo: una foto de la familia europea, mesas de trabajo y debates diplomáticos, para la segunda edición de la “Comunidad Política Europea” (CPE). Una cumbre que podría contar con la participación del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para revelar y confirmar el gran frente de unidad contra Moscú.

La organización de esta segunda cumbre de la CPE -la primera fue celebrada en octubre pasado en Praga- es un desafío considerable para el pais que preside. Su presidenta Maia Sandu es una mujer que ha mostrado un coraje inigualable para enfrentarse al Kremlin en sus deseos invasores.

Moldavia, una antigua república soviética de 2,6 millones de habitantes, es uno de los países europeos más frágiles y amenazados por Putin. Por eso se señala que ”simplemente nunca ha habido un evento de esta magnitud en la historia” de esa nación, como lo resume Félix Hett de la fundación alemana Friedrich-Ebert-Stiftung.

Las circunstancias son excepcionales para Moldavia. Apenas una semana atrás una gran manifestación popular en el centro de Chisinau reclamó la pronta adhesión a la Unión Europea (UE). Para la policía moldava, más de 75.000 personas acudieron para confirmar su destino europeísta, destino alejado de las injerencias rusas.

En 2022, este pequeño país de Europa del Este recibió el estatus de candidato oficial para adherirse al bloque europeo. Y desde la invasión a Ucrania se han multiplicado las intenciones de desestabilización, algo que valió el desembarco de misiones diplomatica desde occidente para desactivar las amenazas rusas.

“Hemos venido a decir alto y claro, con confianza y orgullo, que el lugar de Moldavia está en la Unión Europea”, declaraba la presidenta Sandu frente a la convocatoria, sin dejar espacio para dudas sobre las aspiraciones nacionales.

Los 47 jefes de Estado y de Gobierno esperados, convocados para esta “foto familiar”, arribaran al pequeño aeropuerto capitalino, para luego dirigirse a Mimi Castle, una bodega en Bulboaca, una aldea en el distrito de Anenii Noi. Se esperan que cerca de 2000 participantes, que incluyen a casi 700 periodistas, asistan a este evento en un lugar muy cercano a Transnistria, un enclave prorruso que sirve de base militar Rusa y de amenaza constante para el pais y la región.

Foto de familia de los participantes en la primera cumbre de la Comunidad Política Europea en el Castillo de Praga, República Checa en octubre pasado.
Foto de familia de los participantes en la primera cumbre de la Comunidad Política Europea en el Castillo de Praga, República Checa en octubre pasado.

La Comunidad Política Europea busca ser una respuesta para los países que esperan en el banco de reserva para el ingreso a la unión. Lanzado en 2022 por iniciativa del presidente francés Emmanuel Macron, este modelo de organización busca fortalecer la cooperación y alianza entre todos los países del continente, incluso cuando no son aún parte de la comunidad. Las únicas naciones que no son recibidas son Bielorrusia y Rusia.

La CPE es entonces un formato más grande que la Unión Europea, ya que suma a 20 países invitados además de los 27 miembros del bloque. Con naciones con asimetrías, como Armenia, Islandia, Noruega, Suiza, Turquía, Reino Unido, Serbia o Azerbaiyán. Además, es una Europa geopolítica que prescinde de los Estados Unidos.

Todas las señales están dirigidas a dejar una clara decisión: Moldavia no esta sola, como marca el mensaje hashtag de la cumbre #MoldovaIsNotAlone. La impaciencia de la pequeña nación, ha sido odia por los principales líderes europeos. El canciller alemán Olaf Scholz, ya anticipó a su llegada la importancia del foro.

“Europa es mucho más que una consigna política, es una forma de vida, un sueño que debe hacerse realidad, el único camino para que nuestros hijos vivan en paz” , insistió la dirigente moldava de 50 años, reafirmando hace pocos días su intención de unirse a los Veintisiete para 2030 y esperando que esta cumbre detenga los deseos inmediatos de Putin.

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