Los aliados de la OTAN mantienen firme su reclamo por el ingreso de Suecia a la organización y presionan a Turquía para que apure su definición, concluido el período electoral.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, instó este martes al reelecto Recep Tayyip Erdogan a que abandone sus objeciones respecto al ingreso del país nórdico al bloque para poder avanzar con su ratificación.
“Ha llegado el momento de cerrar la adhesión de Suecia”, dijo en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro del país, Ulf Kristersson, en la ciudad europea de Lulea.
“Instamos tanto a Turquía como a Hungría -que tampoco lo ha hecho aún- a que ratifiquen la adhesión lo antes posible. No hay razón para más tiempo. Suecia ya está preparada”, continuó el funcionario estadounidense.
Suecia, que históricamente mantuvo una posición neutral para evitar enfrentamientos con Moscú, solicitó en 2022 su ingreso a la OTAN, junto a Finlandia, tras la invasión rusa a Ucrania.
Helsinki ya obtuvo el visto bueno pero Estocolmo aún está a la espera de la definición de Ankara, que considera que las autoridades suecas no hacen lo suficiente para extraditar a disidentes con asilo en el país escandinavo, a los que Turquía acusa de terrorismo. Estados Unidos asegura que, por el contrario, Suecia ya ha abordado estas preocupaciones de Erdogan.
Sumado a esto, en enero tuvo lugar una protesta que incluyó la quema de un Corán en Estocolmo y que elevó aún más la tensión entre los países.
Sin embargo, el Ejecutivo sueco confía en que, ya habiendo concluido la campaña electoral de Erdogan, este cambie su postura, que se debe -en gran parte- a fines políticos internos.
Blinken anhela en que este cambio se produzca en un futuro no muy lejano, que permita al país ingresar a la alianza antes de mediados de año.
“Esperamos que este proceso se complete en las próximas semanas. No tenemos ninguna duda de que puede ser, debe ser y esperamos que sea”, concluyó.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, respaldó las declaraciones de su par y aseguró que es ”absolutamente posible” que Suecia sea miembro pleno de la Alianza para el momento en que se celebre la próxima cumbre de líderes, que tendrá lugar en Vilna el 11 y 12 de julio.
Reconoció, sin embargo, que no hay “garantías” de que ello vaya a suceder.
“No hay garantías pero es absolutamente posible alcanzar una solución y hacer posible la decisión sobre la membresía plena de Suecia para la cumbre de Vilna”, comentó y sumó que, de cara a conseguir esto, está “en constante contacto” con las autoridades turcas.
Las declaraciones de Stoltenberg se dieron durante una reunión informal que tiene lugar en Oslo con los ministros de Exteriores de los países miembro y de la cual el funcionario turco, Mevlut Cavusoglu, no participa.
El canciller se excusó alegando la necesidad de su presencia en Ankara donde, esta semana, se constituirá el Parlamento.
Es por ello que Stoltenberg quitó dramatismo a su ausencia y, por el contrario, comentó: “No creo que sea un mensaje político. Creo que es una razón absolutamente normal para no ser capaz de asistir”.
Otra de las voces que demostró su apoyo a Estocolmo fue la del primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Store, quien consideró que las seis semanas faltantes para la cumbre en Lituania son tiempo “absolutamente suficiente, si la voluntad está ahí”.
El papel de la OTAN en la política internacional ha cobrado gran relevancia en el último año. Su apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa ha sido un bastión fundamental para la defensa y respuesta de Kiev ante los ataques y que, a los ojos de Stoltenberg, le permitirá “seguir librando más territorio ocupado”.
Entre las asistencias provistas por el bloque están el envío de tanques, municiones y artillería varias, así como equipos de defensa antiaérea. También, recientemente, varios países occidentales han manifestado su voluntad de entrenar a las tropas de Zelensky en el manejo de los aviones de combate F-16.
Store, se refirió a ello y aseguró que Noruega “está centrado en apoyar el entrenamiento de personal de combate aéreo ucraniano para la eventualidad -en el futuro- de que Ucrania gane esa capacidad”.
Para lograr que la respuesta de la Alianza sea cada vez más efectiva, en la cumbre de julio los miembros acordarán un nuevo objetivo de gasto militar que cada país deberá alcanzar e implicará el aumento al 2% del PIB nacional a la defensa, como mínimo y “no como máximo”.
“Necesitamos reconocer que el 2% es un mínimo para cumplir las obligaciones como aliado de la OTAN”, mencionó Stoltenberg.
(Con información de AFP y EFE)
Seguir leyendo: