Pese a los recientes acercamientos entre Azerbaiyán y Armenia, el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, volvió a lanzar una amenaza contra los armenios de Nagorno Karabaj al advertir que deben renunciar a sus ambiciones separatistas y someterse a la legislación de Bakú, que este domingo celebró el Día de la Independencia.
“Les queda (a los armenios de Karabaj) solo una vía: someterse a la legislación de Azerbaiyán y convertirse en ciudadanos respetuosos de las leyes del país”, dijo Aliyev en Lachín ante el primer grupo de azerbaiyanos que regresó a esa ciudad tras su desocupación como resultado de la guerra azerbaiyano-armenia de 2020.
Lamentablemente, agregó el mandatario en su intervención difundida en la redes sociales, los armenios de Nagorno Karabaj esperan que “alguien libre una guerra contra Azerbaiyán”, esperanzas que calificó de “desvaríos”.
Alliyev llamó a los armenios de Karabaj a disolver sus estructuras, incluido el Parlamento, al que Bakú le niega toda legitimidad.
“Todos saben que tenemos las capacidades necesarias para lanzar cualquier tipo de operaciones en esta región”, advirtió el jefe de Estado.
Instó, además, a dirigentes de los armenios de Karabaj a entregarse a las autoridades del país, ya que “solo en ese caso se podrá hablar de una amnistía”.
El jefe del Estado destacó que después de que Ereván reconociera la integridad territorial de Azerbaiyán “prácticamente no quedan obstáculos” para la firma de un tratado de paz con Armenia.
“Incluso si no llegara a firmarse el tratado de paz, nosotros viviremos en condiciones de seguridad”, dijo Aliyev, que resaltó la actual fortaleza de Azerbaiyán.
Armenia y Azerbaiyán trabajan desde hace meses en un tratado de paz con la mediación de Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos, y en paralelo tratan de delinear la frontera común (pendiente desde la independencia de la URSS en 1991) y de desbloquear las comunicaciones.
Los dos países, con la ayuda de Rusia, pusieron fin en noviembre de 2020 a una guerra de 44 días por el control de Nagorno Karabaj, la región montañosa causa de un conflicto que se arrastra desde fines de la pasada década de los 80.
Nagorno Karabaj está reconocido internacionalmente como territorio azerbaiyano, pero está habitada por armenios étnicos.
Ereván perdió en la última guerra el control sobre más de dos tercios de los territorios en el Karabaj y sus alrededores, pero conserva la comunicación con el enclave a través del corredor de Lachín, protegido por tropas de paz rusas.
En medio de esta tensiones, el gobierno de Armenia informó en los últimos días que dispuesto a reconocer el enclave de Nagorno Karabaj como parte de Azerbaiyán si Bakú garantiza la seguridad de su población de etnia armenia.
“Los 86.600 km2 del territorio de Azerbaiyán incluyen Nagorno Karabaj (...) Si nos entendemos correctamente, entonces Armenia reconoce la integridad territorial de Azerbaiyán dentro de los límites nombrados y Bakú, la integridad territorial de Armenia en 29.800 kilómetros cuadrados”, dijo el primer ministro Nikol Pashinyan, en una conferencia de prensa, según Ostorozhno Novosti.
El medio lo citó diciendo que estaba dispuesto a hacer esto -en efecto, aceptar las fronteras internacionalmente reconocidas de Azerbaiyán- si se garantizaban los derechos de los armenios de Nagorno Karabaj. Afirmó que la cuestión debía debatirse en las conversaciones entre ambos países.
“Armenia sigue comprometida con la agenda de paz en la región. Y esperamos que en un futuro próximo lleguemos a un acuerdo sobre el texto del tratado de paz y podamos firmarlo”, dijo, según TASS.
Con información de EFE y Reuters
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