Una joven iraní fue atacada e insultada en la calle por una mujer que le recriminó por no usar el velo. A la adolescente la trataron de sucia y le intentaron pegar. El hecho ocurre en un contexto en el que las autoridades del régimen iraní recurren a nuevas tácticas para castigar quienes se niegan a llevar el hiyab islámico obligatorio.
“Piérdete, son gente sucia”, le dijo la mujer a la joven. “¿No estás avergonzada, no tienes padres?”, agregó.
“Somos hermanos y nos tenemos el uno al otro”, respondió el hermano de la joven, quien salió en su defensa.
La mujer luego intentó pegar a la joven con una billetera que tenía en la mano y amenazó con llamar a la policía. Cabe recordar que el pasado 16 de septiembre de 2022, Mahsa Amini, de 22 años, fue arrestada y torturada por la policía religiosa islámica por no usar su hiyab correctamente. La joven murió en una comisaría.
El video fue compartido en su cuenta de Twitter por la periodista disidente iraní y defensora de derechos humanos Masih Alinejad, quien señaló como la ciudadanía fiscaliza a las mujeres que desafían las estrictas leyes islámicas de vestimenta.
“La República Islámica le está fallando a su generación más joven. Mujeres y hombres jóvenes educados de Irán decidirán el futuro de Irán”, escribió Alinejad en su cuenta de Twitter.
En enero, el departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el arresto de tres hombres que presuntamente participaron en un complot con apoyo del régimen de Irán para asesinar Alinejad.
Nuevos métodos de control
La República Islámica intenta no depender estrictamente de la llamada “policía moral” y ha creado en el último año, apoyada en la tecnología, métodos más sofisticados para castigar las mueres que se niegan a usar el velo.
Entre estos está el uso de cámaras de seguridad en lugares públicos para identificar a las mujeres que desafían la leyes de vestimenta. Además, las autoridades iraníes ordenan que a las infractoras se les nieguen servicios en los sectores público y privado a los que acudan.
“En una innovadora medida para evitar tensiones y conflictos en la aplicación de la ley del velo, la Policía usará herramientas y cámaras inteligentes en lugares públicos y carreteras para identificar a las personas (que no usan el hiyab)”, indicó en abril el cuerpo de seguridad en un comunicado citado por la agencia Tasnim.
El cuerpo de seguridad explicó que se enviarán mensajes a las mujeres que no cumplan con la ley del velo y la castidad, “informándoles de las consecuencias”.
“La Policía no tolerará ningún comportamiento individual o colectivo contrario a la ley”, de acuerdo con el comunicado.
Sin embargo, el hartazgo en la población es tal que las nuevas medidas no han logrado grandes avances en la imposición del uso del hiyab.
“Caminar sin velo por las calles es ahora mi forma de mantener viva nuestra revolución”, dijo Roya, de 31 años, una profesora en la ciudad Rasht, que fue detenida durante las protestas de noviembre y permaneció recluida tres meses, a Reuters.
“No nos asustan las amenazas del régimen. Queremos libertad (...) Este camino continuará hasta que recuperemos nuestro país de manos de los clérigos”, declaró a Reuters Maryam, una estudiante de secundaria de la ciudad occidental de Kermanshah. “¿Cuál es el peor escenario si camino por la calle sin hiyab? ¿Que me arresten? Me da igual”.
Las fuerzas del régimen iraní abusan, matan y torturan niños
Human Rights Watch (HRW) publicó a finales de abril un informe en el que denuncia que la fuerzas de seguridad del régimen de Irán han torturado, matado y abusado sexualmente a niños, a quienes también han desaparecido. Además, las autoridades del país persa arrestaron, interrogaron y enjuiciaron a decenas de menores de edad.
Según la ONG de derechos humanos, a las familias de los niños detenidos se les prohibió elegir a abogados de su preferencia para la defensa. También señalan que fueron condenados por cargos que no fueron aclarados, y que fueron juzgados por fuera de los tribunales que tienen la jurisdicción sobre los casos de menores.
El informe también denuncia otros atropellos, como detener a niños sin notificar a sus familias, las cuales a veces pasaron semanas sin noticias de sus allegados. Además, los menores que eran liberados se les prohibió regresar a la escuela y a sus familias el Estado les cortó beneficios sociales, lo que obligó a los niños a tener que salir a trabajar.
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