La decisión de Beijing de prohibir a la empresa estadounidense Micron Technology la venta de chips de memoria a industrias nacionales clave ha aumentado las tensiones en el actual conflicto comercial con Washington y ha hecho subir las acciones de las empresas que podrían beneficiarse de la medida.
El regulador chino del ciberespacio dijo a última hora del domingo que Micron, el mayor fabricante estadounidense de chips de memoria, no había superado su revisión de seguridad de la red y que bloquearía a los operadores de infraestructuras clave las compras a la empresa.
No dio detalles sobre los riesgos detectados ni sobre los productos de la empresa que se verían afectados.
Washington condenó la medida, pero también ayudó a las acciones de los competidores de Micron en China y Corea del Sur, que se ven beneficiadas a medida que las empresas continentales buscan productos de memoria de otras fuentes.
“Nos oponemos firmemente a las restricciones que no tienen fundamento”, dijo un portavoz del Departamento de Comercio de EEUU en un comunicado el domingo.
“Esta acción, junto con las recientes redadas y ataques a otras empresas estadounidenses, es incompatible con las afirmaciones (de China) de que está abriendo sus mercados y comprometida con un marco regulatorio transparente”, dijo.
Las tensiones entre Washington y Beijing han aumentado en los últimos meses tras las inspecciones y visitas que las autoridades chinas realizaron a la empresa estadounidense de diligencia debida Mintz Group y a la consultora de gestión Bain.
Micron dijo el domingo que había recibido la revisión del regulador y que esperaba “seguir participando en las conversaciones con las autoridades chinas.”
La empresa es el primer fabricante de chips estadounidense en el punto de mira de Beijing tras una serie de controles a la exportación por parte de Washington de determinados componentes y herramientas de fabricación de chips estadounidenses para impedir que se utilicen para impulsar las capacidades militares de China.
China inició la revisión a finales de marzo en el contexto de una disputa sobre la tecnología de chips y el empeoramiento de las relaciones entre Washington y Beijing.
La medida se conoce poco después de que los países del Grupo de los Siete acordaran “desvincular, no desligar” el compromiso económico con China y de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidiera una “línea directa abierta” entre Washington y Beijing.
El Departamento de Comercio estadounidense dijo que hablaría directamente con las autoridades de Beijing para aclarar sus acciones.
“También nos comprometeremos con aliados y socios clave para asegurarnos de que estamos estrechamente coordinados para abordar las distorsiones del mercado de chips de memoria causadas por las acciones de China”, dijo el departamento.
(Con información de Reuters)
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