El AKP, el partido fundado por el actual presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha cosechado este domingo su peor resultado electoral desde que llegó al poder en 2002, según los datos preliminares difundidos por la agencia oficialista Anadolu.
Con el 93 % de las urnas escrutadas, el AKP obtiene un 35,5 % de los votos, un resultado apenas por encima del 34,3 que tuvo en 2002, cuando era una formación recién fundada que se pudo imponer en el Parlamento gracias a la dispersión de voto de los demás partidos.
Pese a ese resultado, probablemente seguirá dominando el hemiciclo gracias la alianza electoral formada con otros partidos, principalmente el ultranacionalista MHP y el fundamentalista Yeniden Refah, con los que mantiene la mayoría absoluta de diputados.
Los buenos datos del MHP, ligeramente por encima del 10 %, son de cierto modo una sorpresa, ya que los sondeos le otorgaban varios puntos menos.
Aunque el Yeniden Refah no llega al 3 % en el territorio nacional, sus buenos resultados en varias provincias del sureste de Anatolia le permiten enviar cinco diputados al hemiciclo turco.
Auqnue el AKP bajará de los actuales 285 diputados a 268, se prevé que la alianza tendrá 324 de los 600 escaños, manteniendo así una cómoda mayoría.
El partido socialdemócrata CHP, por su parte, subirá de 134 a 167 escaños, pero aunque a estos se añaden los 44 de su socio de coalición, el nacionalista IYI, seguirá en la oposición, incluso si recibe el apoyo de la izquierda kurda, que seguirá siendo el tercer partido del hemiciclo, con 62 escaños.
Segunda vuelta presidencial
Pese a la crisis económica en Turquía, el desgaste de 20 años de autoritarismo y las críticas a su gestión del devastador terremoto de febrero, Recep Tayyip Erdogan ha mantenido en las presidenciales de hoy su tirón electoral y aspirará a revalidar el cargo en la segunda vuelta dentro de dos semanas.
Con el recuento de los votos aún en marcha, y en medio de denuncias de manipulación por parte de la oposición socialdemócrata, Erdogan ha ganado las elecciones, si bien por un estrecho margen y perdiendo la mayoría absoluta que ganó en 2014 y revalidó en 2018.
El recuento, aún no oficial, de varios medios da al jefe del Estado el 49,5 % de los votos, cuatro puntos más que el candidato del bloque opositor que une a socialdemócratas, nacionalistas e islamistas, Kemal Kiliçdaroglu.
Con todo, ese dato se basa en el escrutinio facilitado por los partidos y difundido por los medios, y no del recuento oficial de la Comisión Electoral, que va más lento en su introducción de los votos en el sistema. De hecho, el propio Kiliçdaroglu ha denunciado que el partido de Erdogan, el AKP, “está continuamente impugnando las actas de la votación y bloquea el sistema”.
Varios líderes del partido han asegurado que, cuando todas las papeletas se hayan contado, el candidato opositor estará por delante.
Erdogan, que antes de presidente fue primer ministro entre 2003 y 2014, había planteado estas elecciones como un test sobre la supervivencia del país, advirtiendo de que si ganaba la oposición pactaría con terroristas kurdos, Turquía se hundiría en el caos y quedaría a merced de intereses económicos y políticos de Occidente.
La oposición, por su parte, había prometido revertir la pérdida de derechos y libertades y sanear una economía muy afectada por la devaluación de la lira y la elevada inflación.
Con información de EFE
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