La invasión rusa a Ucrania provocó el mayor movimiento forzoso de personas en el mundo en 2022 y llevó al desplazamiento interno a 16,9 millones de personas, entre las cuales 5,9 millones seguían desplazadas al final del año, mientras que el resto había optado por salir del país o por arriesgarse a retornar a sus domicilios.
Junto con los desplazamientos menores registrados en Rusia, Kazajistán, Kirguistán y Armenia, el total de desplazados en la región de Europa y Asia Central llegó a los 17 millones, según un nuevo informe del Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés) y el Consejo Noruego de Refugiados (NRC), publicado este jueves.
El análisis apunta como dato positivo una disminución del 61 % en los desplazamientos causados por desastres en Europa y la región centroasiática, y los que hubo el año pasado se concentraron en la región mediterránea, por incendios forestales principalmente en España y Francia (ambos sumaron el 85 % del total).
Así, los desplazamientos por desastres fueron 107.000 el año pasado frente a 276.000 en 2021.
En el caso de Ucrania, los investigadores señalan que parte de los desplazamientos internos contabilizados corresponden a personas que han tenido que moverse de lugar dos o más veces por múltiples razones, que van desde ataques militares, imposibilidad de encontrar un alojamiento estable o de generar un ingreso.
No obstante, de las entrevistas realizadas tres de cada cuatro desplazados ucranianos han manifestado que el regreso a sus lugares de origen sería la mejor manera de solucionar su situación a medio plazo, aunque en lo inmediato lo ven difícil por la presencia de remanentes de explosivos, servicios básicos inexistentes e imposibilidad de encontrar un trabajo.
Además de Ucrania, choques militares en la frontera entre Kirguistán y Tayikistán a lo largo de 2022 provocaron el desplazamiento de 166.000 personas del lado kirguís (tres veces más que el año anterior), la gran mayoría de las cuales retornaron posteriormente a sus casas. Unas 4.000 personas seguían desplazadas al final de 2022.
Por otro lado, las tensiones entre Armenia y Azerbaiyán, que se enfrentaron en la frontera el pasado septiembre, causaron el desplazamiento de 7.600 personas, según el informe.
Evacuación en Zaporizhzhia
Las fuerzas rusas planean evacuar a más de 3.000 trabajadores de la ciudad que da servicio a la central nuclear ocupada de Zaporizhzhia, lo que provocará una “falta catastrófica” de personal, según informó la empresa estatal ucraniana Energoatom.
La semana pasada, el jefe del organismo de vigilancia de la energía nuclear de la ONU, Rafael Grossi, afirmó que la situación en torno a la central nuclear en manos rusas se había vuelto “cada vez más impredecible y potencialmente peligrosa” después de que los funcionarios instalados en Moscú comenzaran a evacuar a la población de las zonas cercanas.
La agencia estatal de noticias rusa TASS informó el lunes que el gobernador de la región circundante controlada por Rusia e instalada por Moscú había suspendido las operaciones en la central, la más grande de Europa.
La empresa ucraniana Energoatom dijo que había recibido información sobre los preparativos para la evacuación de unas 3.100 personas de la ciudad meridional de Enerhodar, incluidos 2.700 trabajadores que habían firmado contratos con la empresa instalada.
“Los ocupantes rusos están demostrando su incapacidad para garantizar el funcionamiento de la central nuclear de Zaporizhzhia, ya que ahora hay una falta catastrófica de personal cualificado”, dijo en un comunicado en el servicio de mensajería Telegram.
“Incluso aquellos trabajadores ucranianos que, habiendo firmado contratos vergonzosos... van a ser ‘evacuados’ pronto. Y esto agravará la ya extremadamente urgente cuestión de contar con un número suficiente de personal para garantizar la seguridad de funcionamiento de la NPP (central nuclear), incluso en el actual estado de suspensión”.
(Con información de EFE)
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