La inteligencia británica aseguró que Rusia acelera un nuevo programa para reclutar presos y enviarlos a combatir a Ucrania

Los prisioneros eran una fuente de personal para la invasión y se sumaban a la compañía de mercenarios del Grupo Wagner. Pero la disputa entre los paramilitares y el ministerio de Defensa detuvo esa práctica

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Miembros del servicio ruso sentados
Miembros del servicio ruso sentados junto a un centro móvil de reclutamiento para el servicio militar por contrato en Rostov, Rusia. REUTERS/Sergey Pivovarov

Los servicios de Inteligencia de Reino Unido han indicado este jueves que el Kremlin “ha acelerado un programa para reclutar a presos rusos” para combatir en la guerra en Ucrania, desatada en febrero de 2022 por la orden de invasión dada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

“Desde principios de 2023, el Ministerio de Defensa ruso ha acelerado un programa para reclutar a presos rusos para que combatan en Ucrania. Es probable que hasta 10.000 convictos hayan firmado sólo en abril”, han dicho, según un comunicado publicado por el ministerio de Defensa británico a través de su cuenta en la red social Twitter.

Así, han sostenido que “desde verano de 2022, los prisioneros eran una fuente clave de reclutas para las operaciones en Ucrania de la compañía militar privada Grupo Wagner”, si bien ha matizado que “el grupo probablemente perdió acceso al sistema penal ruso en febrero de 2023 en pleno repunte de su disputa pública con el ministerio de Defensa”.

El propietario del Grupo Wagner, el oligarca ruso Yevgeni Prigozhin, aseguró en febrero que se había puesto fin al reclutamiento de mercenarios en cárceles de Rusia de cara a su envío a zonas en conflicto, entre ellas Ucrania. “El reclutamiento de prisioneros por parte del Grupo Wagner ha sido completamente detenido”, recalcó.

Reclutamiento de Prigozhin en una
Reclutamiento de Prigozhin en una prisión de Rusia

Por último, los servicios de Inteligencia británicos han manifestado que “el programa de reclutamiento de prisioneros rusos es parte de un esfuerzo amplio e intenso por parte del Ejército ruso para incrementar sus integrantes mientras intenta evitar una nueva movilización obligatoria, que sería altamente impopular entre la población rusa”.

Esta información se genera en momentos en los que el Kremlin reconoció que la invasión rusa en Ucrania es “muy difícil” y aún está lejos de haber conseguido todos los objetivos fijados por el presidente Vladímir Putin.

“La operación militar especial continúa. Es una operación muy difícil y, por supuesto, ciertos objetivo se han logrado en un año”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en una entrevista con la cadena de televisión bosnia ATV, según declaraciones recogidas la agencia oficial TASS.

El representante del Kremlin recordó que Putin dio la orden de garantizar la “seguridad” de los residentes del Donbas en primer lugar, algo que, admitió, sólo se ha logrado en parte.

“Esta tarea ha sido parcialmente resuelta, pero solo parcialmente. Estamos aún lejos de poder completarla. Hay bombardeos múltiples, bombardeos de Donetsk y otras localidades y debemos hacer retroceder al enemigo a una distancia considerable. Por ello la operación continuará aún”, recalcó Peskov.

El portavoz sostuvo no obstante que se han “liberado importantes territorios en el Donbas”, donde Rusia se anexionó en septiembre pasado las regiones ucranianas de Lugansk y Donetsk tras unos referéndums celebrados sin garantías y en medio de una guerra.

El portavoz del Kremlin justificó la lentitud con la que avanza Rusia en la guerra con que se trata de “una operación militar especial” y “no una guerra”, y con el “intento de salvar ciudades y vidas humanas”.

“No estamos en guerra. Hacer la guerra es un asunto completamente diferente, esta es la destrucción completa de la infraestructura, esta es la destrucción completa de las ciudades”, dijo. “Nosotros no lo hacemos. Estamos tratando de salvar la infraestructura y estamos tratando de salvar vidas humanas”, enfatizó.

Ucrania acusa a Rusia de cometer crímenes de guerra por los ataques con misiles y drones contra edificios residenciales y la infraestructura civil.

(Con información de Europa Press)

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