Conflicto en Sudán: en el día más violento pese a la tregua, el Ejército y el grupo paramilitar se enfrentan en la capital

Estados Unidos instó a las partes a tomar el camino de las negociaciones y evitar una solución militar

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Las Fuerzas de Apoyo Rápido suben armas desarmadas para su exhibición durante la visita del presidente sudanés Omar al-Bashir a la región de Darfur, devastada por la guerra, en el cuartel general del grupo paramilitar en Umm Al-Qura (REUTERS/Mohamed Nureldin Abdallah)
Las Fuerzas de Apoyo Rápido suben armas desarmadas para su exhibición durante la visita del presidente sudanés Omar al-Bashir a la región de Darfur, devastada por la guerra, en el cuartel general del grupo paramilitar en Umm Al-Qura (REUTERS/Mohamed Nureldin Abdallah)

En la jornada más violenta que se registró en la última semana pese a la tregua, Estados Unidos reconoció este miércoles la dificultad de encontrar una solución al conflicto en Sudán y recalcó que, aunque el proceso debe incluir a la mayor cantidad de voces posible, es complicado involucrar a la población civil mientras dure la violencia.

“Nosotros y nuestros socios seguimos dejando claro a las partes enfrentadas y dirigidas por los dos generales que no puede haber solución militar a esta crisis y que las negociaciones son el único camino”, indicó ante el Comité de Exteriores del Senado la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland.

Sudán se encuentra sumido en una catástrofe humanitaria desde los combates iniciados el pasado 25 de abril entre el Ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), encabezados respectivamente por el general Abdelfatah al Burhan y el comandante Mohamed Hamdan Dagalo “Hemedti”.

El diálogo indirecto emprendido entre ambas partes en Yeda el pasado sábado gracias a la mediación de Arabia Saudita y Estados Unidos, y en el que también participa la ONU, tiene como principal objetivo conseguir un alto el fuego que permita el flujo de ayuda.

Un alto el fuego, según indicó Nuland, “lo suficientemente largo como para permitir la entrega constante de servicios muy necesarios”.

“Esta mañana hablé con nuestros negociadores, que son cautelosamente optimistas. Si esta etapa tiene éxito, conduciría a conversaciones extendidas a interlocutores locales, regionales e internacionales de cara a un cese permanente de las hostilidades y luego al regreso de un gobierno civil”, dijo.

Varias columnas de humo se elevan sobre varios edificios tras un bombardeo aéreo en Jartum Norte (REUTERS/Mohamed Nureldin Abdallah)
Varias columnas de humo se elevan sobre varios edificios tras un bombardeo aéreo en Jartum Norte (REUTERS/Mohamed Nureldin Abdallah)

La representante estatal dejó claro, no obstante, que “hasta que la violencia no cese y pueda llegar ayuda no se puede restaurar un proceso en el que participen los civiles”.

“Sudán alberga un enorme potencial, pero se ha visto lastrado por décadas de autoritarismo, agitación económica y guerra civil”, apuntó Nuland, mientras que el senador demócrata Chris Coons insistió en que hay que encontrar la manera de involucrar en la conversación no solo a actores regionales, sino también a la propia población sudanesa.

La administradora auxiliar de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), Sarah Charles, admitió que la capacidad de Washington de mantener un apoyo “robusto” al país es todo un reto.

“Incluso antes de esta crisis, Sudán era uno de los países más vulnerables del mundo a la guerra de Rusia contra Ucrania debido a su dependencia de las importaciones. Ya habíamos tratado de ampliar nuestros sistemas en Sudán. Ya iba a ser difícil sostener eso este año”, sostuvo.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) destacó este miércoles que el conflicto armado desencadenado en Sudán puede llevar la inseguridad alimentaria aguda en el país a niveles récord, con más de 19 millones de personas afectadas, dos quintas partes de su población.

La capital sudanesa es escenario este miércoles de los enfrentamientos más violentos desde la semana pasada entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido pese a la tregua de siete días que, como las anteriores, ha sido violada desde las primeras horas de su entrada en vigor por las partes enfrentadas desde el pasado 15 de abril.

El Ejército usa un gran número de unidades terrestres dentro de la capital donde se han registrado hoy choques violentos con armas pesadas entre el Ejército y las FAR en el norte de la urbe de Jartum Norte y en el Este del Nilo, donde también ha habido bombardeos, dijeron residentes a la agencia de noticias EFE.

Los intentos del Ejército de avanzar fueron acompañados de un intenso bombardeo de la aviación sudanesa contra objetivos de las FAR en Shambat, en Jartum Norte, donde se vieron grandes columnas de humo desde varias posiciones, así como en el centro de Jartum.

Los fuertes choques entre las dos partes militares provocaron además cortes de electricidad en algunas zonas, según las fuentes.

La ONU advirtió que 19 millones de personas sufrirán desnutrición grave por el conflicto en Sudán (REUTERS/Jok Solomun)
La ONU advirtió que 19 millones de personas sufrirán desnutrición grave por el conflicto en Sudán (REUTERS/Jok Solomun)

Actualmente, representantes del Ejército y las FAR se encuentran en Yeda (Arabia Saudita) para dialogar sobre una tregua permanente, a pesar de que no han trascendido detalles del estado de unas negociaciones en las que ninguno de los bandos está dispuesto a ceder.

Al respecto, el líder del Ejército de Sudán, Abdelfatah al Burhan, afirmó ayer que no habrá una solución al conflicto que “legitime” al grupo FAR, dirigido por su rival Mohamed Hamdan Dagalo, y que esta debería ser una “solución árabe o africana”.

El diálogo de Yeda, en el que también participa la ONU, tiene como principal objetivo conseguir un alto el fuego que permita el flujo de ayuda a los sudaneses en un país sumido en una catástrofe humanitaria.

Como consecuencia del conflicto, más de 600 personas han muerto y otras más de 5.000 han resultado heridas, mientras que los choques han provocado el desplazamiento interno de 700.000 sudaneses y la huida del país de otros más de 120.000, de acuerdo con la ONU.

(Con información de EFE)

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