Ucrania alertó este martes que si Rusia finalmente se hace con el control del país, el próximo objetivo de Vladimir Putin será invadir Kazajistán.
“Puedo decir con seguridad que si (el presidente de Rusia, Vladimir) Putin tiene éxito en el territorio de nuestro país, entonces Kazajistán será el próximo. Además, no se detendrá ante Armenia u otros países”, manifestó el secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, Oleksii Danilov.
Así, el secretario del Consejo de Seguridad y Defensa ucraniano reconoció desconocer cuáles son los motivos que han llevado al presidente kazajo, Kasim Yomart Tokayev, y otros líderes de la región a participar en los actos por el Día de la Victoria en Moscú.
“No sé lo que los impulsó a ir. Veamos cómo se desarrollan los acontecimientos”, señaló Danilov, lamentando así la presencia de Tokayev y sus homólogos de Kirguistán, Turkmenistán y Tayikistán, entre otros.
A este respecto se ha manifestado previamente el Ministerio de Exteriores ucraniano, que ha tildado de “inmoral y hostil” la presencia de estos líderes regionales junto a Putin en la Plaza Roja de Moscú durante el desfile militar.
La cartera diplomática ucraniana lamentó que estas naciones, que colaboraron para la victoria aliada durante la Segunda Guerra Mundial, estén siendo ahora “utilizados por el Kremlin” para una celebración que nada tiene que ver con la hazaña de los vencedores del nazismo”.
Rusia celebró este martes el conocido como Día de la Victoria, fecha en que se conmemora la victoria aliada sobre la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Putin estuvo acompañado en la tribuna de autoridades por algunos de sus principales aliados.
Entre ellos se encontraban los presidentes de Bielorrusia, Alexander Lukashenko; el de Tayikistán, Emomali Rajmon; el de Kirguistán, Sadir Japarov; el de Kirguistán, Shavkat Mirziyoyev; el de Turkmenistán, Serdar Berdimujamedov; y el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, así como el mencionado Tokayev.
En el marco de las celebraciones, Putin aseguró que su país está en medio de una “auténtica guerra” declarada por Occidente, al que acusó de olvidar las lecciones de la Segunda Guerra Mundial.
“Contra nuestra patria de nuevo se ha desencadenado una auténtica guerra. Pero nosotros resistimos al terrorismo internacional y también defenderemos a los habitantes del Donbas y garantizaremos nuestra seguridad”, dijo el presidente ruso en la plaza Roja durante el deslucido desfile militar.
Acompañado de nonagenarios veteranos de la contienda mundial, pero aislado del resto del mundo, Putin aprovechó la fecha más señalada en el calendario ruso para arengar a las tropas que combaten en Ucrania, cuya victoria está más que en entredicho a estas alturas de la campaña.
Putin aseguró que “ahora no hay nada más importante” para el Kremlin que “la operación militar especial”, de cuyo éxito, admitió, depende la seguridad y el futuro del país.
De hecho, el desfile estuvo precedido de un nuevo bombardeo nocturno contra Kiev, horas antes de la llegada a la ciudad de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Desde su púlpito junto al mausoleo de Lenin, volvió a dar una lección de historia a Occidente al advertir que, como ocurriera con Hitler, “la ambición sin límites, la arrogancia y la permisividad desembocan inevitablemente en tragedia”.
(Con información de Europa Press y EFE)
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