Canadá no se dejará intimidar por la expulsión de un cónsul canadiense por parte de China, después de que Ottawa echara esta semana a un diplomático chino acusado de atacar a un legislador crítico con Beijing, declaró el martes el primer ministro Justin Trudeau.
“Decidimos que teníamos que avanzar de forma responsable para enviar un mensaje muy claro de que no aceptaremos injerencias extranjeras y que, sean cuales sean las próximas decisiones que tomen, no nos dejaremos intimidar”, declaró Trudeau a la prensa en Ottawa, después de que Beijing acusara a su Gobierno de tratar de “sabotear” las relaciones bilaterales.
Canadá anunció el lunes la expulsión de un diplomático chino, Zhao Wei, de su consulado en Toronto, sumiendo a las dos naciones en una nueva disputa diplomática tras años de frías relaciones.
Pocas horas después, China respondió con la expulsión de la cónsul canadiense en Shanghái, Jennifer Lalonde, acusando a los políticos y medios de comunicación canadienses de exagerar las acusaciones de intromisión extranjera en los asuntos de Ottawa.
Beijing lo calificó de “contramedida recíproca en reacción a la medida sin escrúpulos de Canadá”.
“Declarar persona non grata a un diplomático extranjero es un paso significativo y serio”, reconoció Trudeau, quien dijo que “demuestra la firmeza” de la determinación de Canadá.
“Seguiremos haciendo todo lo necesario para mantener a los canadienses protegidos de injerencias o temores extranjeros”, agregó.
La medida canadiense se adoptó a raíz de las denuncias de que los servicios de inteligencia chinos habían planeado sancionar al diputado Michael Chong y a sus familiares en Hong Kong por patrocinar una moción que condenaba la conducta de Beijing en la región de Xinjiang como genocidio.
Zhao Wei habría desempeñado un papel en la intriga.
Las relaciones entre Beijing y Ottawa han sido tensas desde la detención en 2018 por parte de Canadá de una alta ejecutiva de Huawei y la detención de dos ciudadanos canadienses en China en aparente represalia.
Los tres han sido liberados, pero Beijing ha seguido arremetiendo contra Ottawa por alinearse con la política china de Washington, mientras que los funcionarios canadienses han acusado regularmente a China de injerencia.
Las tensiones volvieron a estallar en los últimos meses, ya que Trudeau se ha enfrentado a una creciente presión para adoptar una línea dura con China tras las revelaciones de que intentó influir en las elecciones canadienses de 2019 y 2021 a favor de su partido.
“Provocaciones injustificadas”
El portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin, llamó a Canadá a cesar las “provocaciones injustificadas” y advirtió que Beijing tomará “medidas firmes y enérgicas” si Ottawa no escucha este consejo.
Con respecto a los reportes sobre las supuestas intimidaciones contra Chong, China criticó el viernes lo que consideró “calumnias y difamaciones infundadas” por parte de Canadá, después de que Ottawa convocara la víspera al embajador chino para hablar del tema.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China estimó que el escándalo había sido “exagerado por algunos políticos y medios canadienses”.
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