Pese a las contundentes pruebas de que las tropas de Vladimir Putin han utilizado drones iraníes para atacar a la población ucraniana, la República Islámica en reiteradas oportunidades negó esas acusaciones. Hasta ahora, ya que el régimen hizo alarde en las últimas horas de sus aviones no tripulados.
El director de Asuntos Exteriores del Ministerio de Defensa iraní, el general Hamze Ghalandari, destacó que el empleo de tecnología militar iraní supuso “un punto de inflexión” en la estrategia internacional, en referencia a los drones suicidas iraníes empleados por Rusia contra objetivos civiles ucranianos.
“El mundo se ha visto sorprendido de que un país con graves problemas en todos los ámbitos y al que se le prohibió el acceso a la tecnología haya llegado a un punto en el que está en la vanguardia de la tecnología y en el que sus armas, como dicen los medios de comunicación, han supuesto un punto de inflexión”, afirmó Ghalandari en una entrevista con la agencia de noticias iraní IRNA.
El general señaló que el 18 de octubre de 2020 se levantó el “cruel” embargo de armas de la ONU tras 13 años y que desde entonces Irán puede comprar y vender armas convencionales para mejorar la seguridad del país.
Tras el fin del embargo varios países comenzaron a comprar armamento iraní para renovar sus reservas de defensa, resaltó, aunque apuntó que “Irán no sólo busca el beneficio económico”. “Siguiendo nuestros ideales religiosos y revolucionarios la República Islámica de Irán no solo busca el beneficio comercial como hacen otros exportadores”, subrayó el general persa.
Las tropas rusas de Putin han empleado más de 400 drones suicidas Shahed-136 iraníes en Ucrania desde el inicio de la guerra, según los cálculos ucranianos. Estos drones kamikaze, también denominados misiles merodeadores, han demostrado eficacia para atacar las líneas logísticas y objetivos en retaguardia.
Son aparatos diseñados para evadir los sistemas de defensa antiaéreos e incluso en el caso de ser detectados, su bajo coste hace que compense que el rival gaste un caro misil tierra aire para derribarlo.
Irán ha reconocido que ha vendido drones a Rusia, pero siempre ha defendido que las entregas fueron anteriores al inicio de la invasión de Ucrania y ha subrayado que fue una cantidad “limitada”. Se cree que Rusia ha ordenado unos 2.400 drones Shahed-136.
En los últimos meses el régimen iraní fue objeto de fuertes sanciones por parte de Occidente, con Estados Unidos a la cabeza, por su estrecha colaboración militar con Rusia.
La semana pasada Canadá impuso nuevas sanciones que afectan a una empresa que produce drones utilizados por Moscú contra Ucrania, así como a varios individuos de la unidad policial que participó en el arresto y muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022.
Es la undécima ronda de una serie de sanciones que Canadá ha impuesto contra el régimen de Irán desde octubre de 2022 en respuesta a la muerte de Amini, quien fue asesinada por la “policía de la moral” del país tras ser arrestada por llevar mal colocado el velo islámico.
Canadá dijo en un comunicado que las sanciones se centran en nueve individuos, la empresa Paravar Pars, “un productor clave de drones de Irán que está apoyando la injustificable invasión rusa de Ucrania”, y la prisión Rajaei Shahr, donde se llevan a cabo ejecuciones.
Entre los nueve individuos sancionados hay cuatro integrantes de la unidad de la “policía moral” que arrestó a Amini y que Canadá identificó como Enayatollah Rafiei, Fatemeh Ghorban-Hosseini, Parastou Safari y Ali Khoshnamvand.
En el listado de individuos sancionados también se incluyen los directivos de Paravar Pars y el subdirector de la Guardia Revolucionaria iraní en la provincia de Sistan Baluchestán.
(Con información de Europa Press y EFE)
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