Soldados israelíes realizaron una operación este jueves que terminó en la muerte de tres terroristas palestinos buscados en relación con un tiroteo que se cobró la vida de una mujer británica-israelí y dos de sus hijas, informó el ejército de Israel.
La redada comenzó cuando los residentes iniciaban su jornada. El ejército indicó que sus fuerzas entraron al corazón de la conflictiva ciudad de Nablus y allanaron el apartamento donde se encontraban los tres hombres. Las tropas y los sospechosos intercambiaron disparos y los tres hombres fueron abatidos.
“Fuerzas israelíes allanaron el apartamento donde se encontraban los terroristas y en un intercambio de disparos ambos murieron”, añadió un portavoz militar.
Los palestinos estaban detrás de un ataque en un auto ocurrido el mes pasado cerca de un asentamiento judío en Cisjordania, en el que falleció una madre británica-israelí y dos de sus hijas, explicó el ejército. Además, apuntó que dos de ellos eran miembros del grupo terrorista Hamas y describió al tercero como agente de alto rango que los había ayudado.
En un comunicado tras la incursión israelí, Hamas informó que los tres hombres, a quienes identificó como Hassan Qatnani, Moaz al-Masri e Ibrahim Jabr, formaban parte del grupo y se atribuyó la responsabilidad por el atentado de abril. Los calificó de “héroes de la resistencia palestina”.
Según medios locales, la incursión israelí de hoy comenzó con la entrada en Nablus de agentes encubiertos que rodearon la casa donde estaban los palestinos buscados, tras lo que se enviaron refuerzos militares. Según el digital israelí Ynet, unos 200 miembros de las fuerzas de seguridad participaron en la operación.
Los proyectiles israelíes arrancaron el tejado del piso franco de los pistoleros en el centro de la Ciudad Vieja de Nablus y dejaron poco más que metal retorcido, bloques de concreto y colchones destrozados aún manchados de sangre esparcidos entre los escombros.
La violencia en Nablus se produce en un momento especialmente delicado en la región, días después de que un destacado preso palestino que mantenía una larga huelga de hambre por su detención falleciera en una cárcel israelí. Su deceso provocó una andanada de proyectiles lanzados por insurgentes en Gaza y ataques aéreos sobre el enclave costero que causaron un muerto.
El ataque letal del mes pasado conmocionó a los israelíes porque, en un instante, redujo los miembros de la familia Dee de siete a cuatro. Cientos de personas abarrotaron los funerales y el padre de la familia, Leo, ha aparecido regularmente en los medios israelíes afirmando que no siente odio hacia los asesinos y haciendo un llamado a la unidad nacional en medio de una profunda división social.
El titular de Defensa, Yoav Gallant, felicitó a las fuerzas israelíes “por eliminar el escuadrón terrorista”, igual que el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
“Nuestro mensaje a quienes nos han hecho daño y a quienes intentan hacérnoslo es que, aunque se tarde un día, una semana o un mes, tengan la certeza de que se lo haremos pagar”, afirmó Netanyahu, en un comunicado.
Desde hace más de un año, Israel lleva a cabo redadas de detención nocturnas casi diarias en ciudades, pueblos y aldeas de Cisjordania, en una operación provocada por una oleada de ataques palestinos contra israelíes el año pasado. Israel sostiene que estas incursiones buscan desmantelar redes insurgentes y frustrar futuros ataques.
Como respuesta a las redadas, los ataques palestinos se han incrementado.
Unos 250 palestinos han muerto por fuego israelí desde el inicio del operativo. Israel informó que la mayoría eran insurgentes.
Durante ese tiempo, casi 50 personas han muerto en ataques palestinos contra israelíes.
(Con información de EFE y AP)
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