El Ministerio de Inteligencia iraní afirmó que no ha habido envenenamientos con gas en los colegios femeninos y culpó de los incidentes en los centros educativos a los propios estudiantes, a la “histeria colectiva” y a los “enemigos” del país.
“No se diseminaron sustancias tóxicas en ningún colegio del país”, afirmó la Inteligencia iraní tras llevar a cabo una investigación que incluyó análisis de laboratorio, según un comunicado, recogido este sábado por la agencia Mehr.
Las autoridades señalaron además que no se han producido muertes ni efectos a largo plazo por los supuestos ataques con gas que comenzaron en centros educativos femeninos en noviembre en la ciudad de Qom y se multiplicaron en siguientes meses a lo largo del país.
Más de 100 colegios femeninos sufrieron estos incidentes y unas 13.000 alumnas han recibido cuidados médicos con síntomas como tos, dificultades para respirar, irritación de la garganta, dólares de cabeza, nauseas o vómitos, según Amnistía Internacional (AI).
El Ministerio de Inteligencia atribuyó los ataques a “bombas fétidas”, “sprays de pimienta” y otros “agentes malolientes” y afirmó que hubo estudiantes que “fingieron” los síntomas para “saltarse las clases” o “provocar disturbios”.
Todo esto provocó además “una histeria colectiva”, incitada por “disidentes” y “enemigos del país” en redes sociales para provocar el miedo, el cierre de colegios y el enfado de los padres contra la República Islámica.
Las autoridades afirmaron que se han detenido a “miembros de redes cibernéticas” que jugaron un papel “en la diseminación del pánico”.
Asimismo, la Inteligencia afirmó que “los enemigos del país”, con el que se suele hacer referencia a Estados Unidos e Israel, tuvieron un papel “obvio e indiscutible” en los supuestos ataques.
“También políticos e instituciones extranjeras y organizaciones internacionales jugaron un papel en el conflicto”, indicó del Ministerio.
Además, relacionó los incidentes en los colegios con las protestas desatadas por la muerte en septiembre de Mahsa Amini, tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo islámico.
“Hubo una relación inversa entre el declinar de los disturbios (las protestas) y el rápido aumento de los incidentes (en los colegios)”, de acuerdo con la Inteligencia.
Los envenenamientos en los colegios provocó nuevas tensiones en el país y algunos padres los vincularon con las protestas con marcado tono feminista de los últimos meses, que se habían calmado tras una fuerte represión estatal.
Las alumnas de colegios e institutos participaron en esas protestas, se quitaron los velos, gritaron “mujer, vida, libertad” e hicieron gestos de desprecio a retratos de Khamenei y del fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruholá Jomeiní.
(Con información de EFE)
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