El jefe del grupo militar privado ruso Wagner, Yevgueni Prigozhin, declaró el domingo que sus hombres, que combaten en Bakhmut (este de Ucrania), carecen de municiones y advirtió que una contraofensiva ucraniana podría ser “una tragedia” para Rusia.
“Nosotros (Wagner) solo tenemos 10-15% de las municiones que necesitamos”, subrayó el jefe de Wagner en entrevista al corresponsal de guerra pro Kremlin Semyon Pegov.
Prigozhin, que acusa a los altos rangos del ejército ruso de sus carencias, dijo que espera una contraofensiva ucraniana para mediados de mayo. “Esta contraofensiva podría ser una tragedia para nuestro país”, advirtió.
Prigozhin se encuentra en conflicto abierto con la jerarquía militar rusa, a la que acusa de no suministrar suficientes municiones a sus hombres y acusó públicamente al ministro ruso de Defensa, Serguei Choigu, en varias ocasiones.
Hace días que Rusia se prepara para la contraofensiva ucraniana. De hecho, el Kremlin ha decidido movilizar de manera soterrada todos sus recursos para reclutar el suficiente número de combatientes que le permitan afrontar la inminente maniobra ucraniana sin provocar una nueva fuga masiva de hombres en edad militar.
El objetivo es reclutar 415.000 soldados, de los que una cuarta parte (115.000) serían enviados directamente al frente y el resto entrarían en la reserva, según datos de la inteligencia estadounidense.
Todos los indicios apuntan a que el Ejército ruso apuesta ahora por asegurarse el control de los territorios ya ocupados en Ucrania, más que por incrementar sus ganancias territoriales, con la excepción de un par de sectores en el Donbás.
MÁS SOLDADOS Y PRESOS, MENOS MOVILIZADOS
El Ejército ruso necesita urgentemente 50.000 soldados en el frente ucraniano y otros 40.000 en la reserva.
Además, según informó Olga Románova, jefa de la ONG “Rus Sidiaschaya” (Rusia Entre Rejas), el Ministerio de Defensa también ha iniciado una movilización masiva en las cárceles.
Según sus cálculos, Moscú ha reclutado sólo en abril a 10.000 presidiarios, que son comandados por compañías militares privadas, incluido el Grupo Wagner, que el pasado año alistó a 50.000 presos.
“Ahora tiene lugar una movilización absolutamente desesperada. Nunca habíamos visto nada igual. Ni siquiera durante los tiempos de Wagner”, señaló.
TEMOR AL DESCONTENTO POPULAR
El portal Meduza informa de que la Administración presidencial está preocupada por la reacción popular ante la nueva ley promulgada por Putin que restringe los derechos de los rusos en edad militar al introducir las notificaciones electrónicas, que les impiden teóricamente abandonar el país.
El Kremlin ya está preparando las elecciones presidenciales de marzo de 2024, donde quiere lograr una victoria histórica para Putin -la reforma constitucional le permite seguir en el poder hasta 2036- que demuestre a Occidente que su poder es omnímodo.
Según informó esta semana la Fiscalía, los tribunales le dieron la razón a 15.000 rusos que fueron movilizados por error por diferentes motivos, sean padres de familias numerosas, trabajadores de sectores estratégicos o sanitarios.
En febrero de 2022 Rusia desplegó unos 150.000 soldados en Ucrania, a lo que hay que sumar los 300.000 reservistas movilizados en septiembre pasado por Putin y los 50.000 que integran las unidades de Wagner.
AGITACIÓN Y PROPAGANDA
En las últimas semanas frente a las estaciones de metro en Moscú han aparecido pequeños puestos con voluntarios que reparten panfletos para los interesados en firmar contratos profesionales con las Fuerzas Armadas.
En el anverso del panfleto figuran las condiciones económicas y en el reverso los pasos a seguir para registrarse ante el nuevo centro de alistamiento habilitado a principios de mes por el Ayuntamiento de la capital.
“El frente necesita soldados motivados y preparados para combatir. Cuantos más haya en el frente, mejor será el ánimo en las filas del Ejército ruso”, señala.
Los soldados que acaben en el campo de batalla pueden recibir cómo mínimo 210.000 rublos al mes (unos 2.500 dólares), mientras la única condición es ser mayor de 18 años.
Además, Defensa lanzó en la televisión una agresiva campaña publicitaria de agitación y propaganda apelando a la “hombría” de los rusos.
“Tú eres un macho. Pórtate como tal”, afirma el vídeo tras presentar a un guardia de seguridad, un taxista y un instructor de gimnasio que se imaginan con el uniforme puesto.
SERVICIO CIVIL ALTERNATIVO
Además, la prensa también ha denunciado que las autoridades y los comisarios militares están desesperados por cumplir con las cuotas del reclutamiento primaveral para el servicio militar obligatorio, por lo que han entregado numerosas notificaciones en universidades, pese a que muchos de los destinatarios tienen prórrogas por estudios.
Poco importa que algunos de esos jóvenes también hayan sido eximidos en su momento por motivos de salud. Si no presentan un certificado médico, pueden ser reclutados.
Activistas de los derechos humanos informaron a EFE que todo aquel que no quiera servir a la patria, sea recluta o movilizado, puede objetar y cumplir con el conocido como Servicio Civil Alternativo sin temor a ser procesado.
“En septiembre muchos cayeron presa del pánico y se marcharon al extranjero. Lo curioso es que no hay caso penal por negarse a ser movilizado. No es obligatorio emigrar. La ley está de su parte”, comentaron, en alusión a los cientos de miles de rusos que se exiliaron desde septiembre de 2022.
Con información de AFP y EFE
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