Rusia disparó más de 20 misiles de crucero y dos aviones no tripulados contra Ucrania en la madrugada del viernes, matando al menos a 22 personas, casi todas ellas cuando dos misiles se estrellaron contra un edificio de apartamentos en un aterrador ataque nocturno, según informaron las autoridades. Entre los muertos había tres niños.
Los ataques con misiles incluyeron el primero contra Kiev, la capital de Ucrania, en casi dos meses, aunque no se informó de ningún objetivo alcanzado. El gobierno de la ciudad dijo que la fuerza aérea de Ucrania interceptó 11 misiles de crucero y dos vehículos aéreos no tripulados sobre Kiev.
Los ataques contra el edificio residencial de nueve plantas en el centro de Ucrania se produjeron en Uman, una ciudad situada a unos 215 kilómetros al sur de Kiev. Veinte personas murieron en ese ataque, según el Ministerio del Interior. Entre ellas había dos niños de 10 años y un bebé.
Otra de las víctimas fue una mujer de 75 años que vivía en un edificio vecino y que sufrió una hemorragia interna por la onda expansiva de la enorme explosión, según el personal de emergencias que se encontraba en el lugar de los hechos.
Según la policía nacional ucraniana, 17 personas resultaron heridas y tres niños fueron rescatados de entre los escombros. Nueve fueron hospitalizados.
El bombardeo no se produjo cerca de las extensas líneas del frente ni de las zonas de combate activo en el este de Ucrania, donde se ha desatado una guerra de desgaste. Moscú ha lanzado frecuentes ataques con misiles de largo alcance durante los 14 meses de guerra, a menudo alcanzando indiscriminadamente zonas civiles.
Funcionarios y analistas ucranianos han alegado que estos ataques forman parte de una estrategia deliberada de intimidación por parte del Kremlin.
El Ministerio de Defensa ruso indicó que los misiles de crucero de largo alcance lanzados durante la noche estaban dirigidos a lugares donde se alojaban unidades militares de reserva ucranianas antes de su despliegue al campo de batalla.
“El ataque ha logrado su objetivo. Todas las instalaciones designadas han sido alcanzadas”, declaró el teniente general Igor Konashenkov, portavoz del Ministerio de Defensa. No mencionó zonas concretas ni edificios residenciales alcanzados.
Los supervivientes de los ataques de Uman relataron momentos aterradores cuando los misiles impactaron cuando todavía estaba oscuro fuera.
Halyna, residente de un edificio, aseguró que ella y su marido quedaron cubiertos de cristales por la explosión. Vieron llamas fuera de su ventana y salieron corriendo, pero primero Halyna comprobó si su amiga de un apartamento vecino estaba bien.
“La llamé por teléfono, pero no contestaba. Incluso llamé al timbre, pero seguía sin contestar”, declaró a The Associated Press. Utilizó las llaves de repuesto del apartamento de su amiga y entró a ver cómo estaba. La encontró muerta en el suelo.
Halyna se negó a dar su apellido por motivos de seguridad.
Otra residente del edificio, Olha Turina, declaró a AP que los cristales de la explosión volaron por todas partes.
Turina, cuyo marido está luchando en el frente, dijo que uno de los compañeros de clase de su hijo había desaparecido.
“No sé dónde están, no sé si están vivos”, señaló. “No sé por qué tenemos que pasar por todo esto. Nunca molestamos a nadie”.
Tres bolsas con cadáveres yacían junto al edificio mientras el humo seguía saliendo horas después del atentado. Soldados, civiles y equipos de emergencia buscaban más víctimas entre los escombros, mientras los residentes sacaban sus pertenencias del edificio siniestrado.
Una mujer, que lloraba desconsolada, fue trasladada por los equipos de rescate en busca de ayuda.
Yulia Norovkova, portavoz de los equipos de rescate en el lugar de los hechos, dijo que voluntarios locales estaban ayudando a casi 150 miembros del personal de emergencia. Dos puestos de socorro, que incluían psicólogos, estaban funcionando, agregó.
Una mujer de 31 años y su hija de 2 murieron también en la ciudad oriental de Dnipro en otro atentado, según informó el gobernador regional Serhii Lysak. Cuatro personas resultaron heridas y una casa particular y un negocio sufrieron daños.
Los atentados se produjeron días después de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, dijera que él y el líder chino Xi Jinping habían mantenido una “larga y significativa” llamada telefónica en la que el asiático afirmó que su gobierno mandaría un enviado de paz a Ucrania y a otras naciones.
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, afirmó que los bombardeos del viernes demuestran que el Kremlin no está interesado en un acuerdo de paz.
“Los ataques con misiles que matan a ucranianos inocentes mientras duermen, incluido un niño de 2 años, es la respuesta de Rusia a todas las iniciativas de paz”, tuiteó. “El camino hacia la paz es echar a Rusia de Ucrania”.
El presidente checo, Petr Pavel, de visita en Ucrania, no se mostró convencido por las pasadas negaciones del Kremlin de su responsabilidad en tal derramamiento de sangre.
“El número de ataques contra objetivos civiles lleva a la única conclusión de que es intencionado”, declaró Pavel a los medios de comunicación checos. “Es un plan claro destinado a causar caos, horrores entre la población civil”.
Poco después de que Moscú desatara la andanada, el Ministerio de Defensa ruso publicó una foto en Telegram que mostraba el lanzamiento de un misil y decía: “Justo en el blanco”.
El mensaje desató la indignación de los ucranianos en las redes sociales y de algunos funcionarios, que lo consideraron un regodeo por las bajas.
“El Ministerio de Homicidios de la Federación Rusa se alegra de haber alcanzado un edificio residencial con un cohete y de haber matado a civiles”, expresó Andriy Yermak, jefe de la oficina presidencial de Ucrania.
En Kiev, fragmentos de misiles o drones interceptados dañaron líneas eléctricas y una carretera en un barrio. No se informaron víctimas.
En Ukrainka, una localidad a unos 10 kilómetros al sur de Kiev, los restos de misiles o drones derribados dejaron agujeros en las paredes de algunos edificios de apartamentos y un cochecito rosa destrozado en la calle.
“Parece como si esta pesadilla hubiera durado dos años, pero sigo sin poder despertarme”, dijo Olena, de 62 años. Pidió que no se utilizara su apellido, alegando que su hijo vivía en una zona militar sensible.
Las autoridades ucranianas declararon la semana pasada que habían recibido misiles Patriot de fabricación estadounidense, con lo que Kiev dispondría de un nuevo escudo contra los ataques aéreos rusos, pero no se sabía si el sistema se había utilizado el viernes.
El sistema antiaéreo de la ciudad fue activado, según la administración municipal de Kiev. Las sirenas antiaéreas comenzaron a sonar hacia las 4 de la madrugada y la alerta terminó unas dos horas después.
El ataque con misiles fue el primero en la capital desde el 9 de marzo. Las defensas aéreas han frustrado ataques de drones rusos más recientemente.
Los misiles fueron disparados desde aviones que operaban en la región del Mar Caspio, según el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Ucranianas, Valerii Zaluzhnyi.
En total, dijo, Ucrania interceptó 21 de los 23 misiles de crucero del tipo Kh-101 y Kh-555 lanzados, así como los dos drones.
La guerra se detuvo en gran medida durante el invierno boreal, convirtiéndose en una guerra de desgaste en la que cada bando ha bombardeado las posiciones del otro desde la distancia. Ucrania ha estado reforzando sus brigadas mecanizadas con blindados suministrados por sus aliados occidentales, que también han estado entrenando a las tropas ucranianas y enviando municiones, mientras Kiev contempla una posible contraofensiva.
Mientras tanto, el alcalde designado por Moscú de la ciudad rusa de Donetsk, Alexei Kulemzin, dijo que un cohete ucraniano mató a siete civiles en el centro de la ciudad el viernes. Según Kulemzin, las víctimas murieron al impactar contra un minibús.
(Con información de AP)
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