El Presidente Joe Biden recibió el miércoles a su homólogo surcoreano, Yoon Suk Yeol, en una visita de Estado en la que anunció el refuerzo del escudo nuclear estadounidense para el aliado vital de Washington frente a la agresividad de Corea del Norte.
Tras la reunión, Joe Biden advirtió que el régimen del líder norcoreano Kim Jong-un estaría acabado si lanzara un ataque nuclear contra Estados Unidos o sus aliados.
“Un ataque nuclear de Corea del Norte contra Estados Unidos o sus aliados o partidarios, socios, es inaceptable y resultará en el fin de cualquier régimen que tome tal acción”, dijo Biden en una conferencia de prensa conjunta con el presidente de Corea del Sur.
Este es uno de los mensajes más duros que ha pronunciado el mandatario estadounidense sobre Corea del Norte desde que llegó al poder en enero de 2021.
Además, Biden reafirmó el “férreo” compromiso de EEUU con la defensa de Corea del Sur y afirmó que ese compromiso incluye la defensa de su socio ante cualquier amenaza, incluido un hipotético ataque norcoreano.
“Esto es especialmente importante ante las crecientes amenazas de Corea del Norte”, afirmó Biden.
Por su parte, Yoon anunció el fortalecimiento de la estrategia de “distensión extendida”, un compromiso adquirido por Washington el año pasado y que consiste en el envío de activos estratégicos estadounidenses a la península coreana, como bombarderos o portaaviones, para responder a las acciones del régimen norteño.
“Hemos decidido fortalecer significativamente la distensión extendida de nuestros dos países contra las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte para que podamos lograr la paz a través de la superioridad abrumadora de nuestras fuerzas armadas y no conformarnos con una paz falsa basada en la buena voluntad del otro lado”, manifestó Yoon, que tiene una línea más dura con Pionyang que su antecesor, Moon Jae-in.
Una guardia de honor militar y cientos de invitados se agolparon frente a la Casa Blanca, donde Yoon y su esposa, Kim Keon Hee, llegaron para una jornada de pompa y ceremonia, y debates geoestratégicos de gran alcance.
Junto a Yoon, Biden alabó lo que calificó de “vínculo inquebrantable” de la “férrea alianza” entre ambos países, forjada en la Guerra de Corea hace siete décadas.
En la actualidad, los aliados son potencias económicas y socios en el mantenimiento de una región Asia-Pacífico “libre y abierta”, afirmó Biden, añadiendo: “El nuestro es un futuro lleno de oportunidades inimaginables”.
Yoon y Biden se reunieron en el Despacho Oval y ofrecieron una rueda de prensa conjunta antes de concluir la jornada con una lujosa cena de Estado en el ceremonial Salón Este.
El acuerdo de miércoles, que responde a la creciente tensión provocada por las pruebas de misiles y el arsenal nuclear de la comunista Corea del Norte, recuerda las medidas adoptadas por última vez cuando Washington supervisaba la defensa de Europa frente a la Unión Soviética.
“En realidad, Estados Unidos no había dado estos pasos desde el apogeo de la Guerra Fría con nuestros aliados más cercanos en Europa. Y estamos tratando de garantizar que al emprender estos nuevos procedimientos, estos nuevos pasos, nuestro compromiso con la disuasión ampliada sea incuestionable”, dijo un alto funcionario.
Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato, subrayaron que no hay planes de emplazar armas nucleares estadounidenses en Corea del Sur, una diferencia con respecto a la Guerra Fría, cuando las armas estratégicas estadounidenses se desplegaban en Europa.
Además, Seúl reiterará su compromiso en la declaración de no buscar su propio arsenal nuclear.
Submarino nuclear
Uno de los puntos más importantes del pacto, conocido como la Declaración de Washington, es la visita de un submarino nuclear estadounidense a Corea del Sur.
Durante la Guerra Fría, en los años 70, submarinos nucleares de EEUU visitaban con frecuencia los puertos surcoreanos, hasta dos o tres veces al mes, y había ojivas nucleares en la península, pero Washington las retiró en 1991 y dejó de mandar submarinos nucleares a la península, según la Federación de Científicos Estadounidenses.
El texto incluye la creación de un mecanismo de consulta bilateral que hará que Seúl pueda participar activamente en los planes de EEUU para responder a cualquier incidente nuclear en la región, incluido un hipotético ataque norcoreano.
El acuerdo busca tranquilizar a Seúl ante el avance del programa nuclear de Corea del Norte, que ha realizado un número récord de pruebas de armas en el último bienio, y después de la turbulenta presidencia de Donald Trump (2017-2021), que amenazó con retirar las tropas estadounidenses de Corea del Sur.
El número de surcoreanos que creen que Seúl debe tener sus propias armas nucleares ha crecido y, según los sondeos, hasta dos tercios apuestan por esa política.
Sin embargo, en el acuerdo firmado hoy, Corea del Sur reafirma su compromiso con el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT), que el país ratificó en 1975 y que hizo que pusiera fin a su propio programa atómico.
Yoon es sólo el segundo dirigente extranjero invitado por Biden a una visita de Estado, y él y su esposa fueron recibidos con todos los honores militares en la Casa Blanca.
El martes, Yoon y Biden visitaron el Monumento Conmemorativo de la Guerra de Corea, que cuenta con estatuas de acero a tamaño natural de soldados estadounidenses marchando durante la guerra de 1950-53 contra el norte comunista.
Yoon también depositó una corona de flores en la Tumba del Soldado Desconocido del Cementerio Nacional de Arlington y visitó junto a la Vicepresidenta Kamala Harris unas instalaciones de la NASA cerca de Washington.
Yoon se dirigirá el jueves a una sesión conjunta del Congreso y almorzará con Harris y el Secretario de Estado Antony Blinken. El viernes visitará el MIT y la Universidad de Harvard en Boston, antes de regresar a casa el sábado.
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