Paul Mackenzie Nthenge es acusado de provocar la muerte de más de 70 miembros de la iglesia cristiana que dirige en Kenia. El pastor le pidió a sus seguidores que ayunaran hasta conocer a Jesús, lo que llevó a que decenas de personas murieran de hambre. Los cuerpos fueron hallados en fosas por las autoridades del país africano.
“Hemos encontrado 73 cuerpos en el bosque hasta esta noche” y la búsqueda de nuevos cuerpos “seguirá mañana”, dijo un policía que investiga el caso.
El presidente de Kenia, William Ruto, prometió tomar acciones contundentes contra movimientos religiosos “turbios”.
“Lo que vimos en (...) Sakhola es propio de terroristas”, declaró este lunes el mandatario.
“Los terroristas utilizan la religión para promover sus atroces actos. Personas como Mackenzie utilizan la religión para hacer exactamente lo mismo”, agregó.
Makenzi fue arrestado bajo sospecha de pedir a sus seguidores que ayunaran hasta la muerte para encontrarse con Jesús.
El fin de semana, en el rancho de más de 300 hectáreas de Makenzi, las autoridades africanas rescataron a un grupo de personas con vida. No obstante, dado el grave estado de salud en el que se encontraban, algunas de ellas fallecieron más tarde. Además, encontraron decenas de tumbas poco profundas marcadas con cruces. El número total de muertos ahora es de 73, con 26 nuevos cuerpos exhumados el lunes, dijo a Associated Press el jefe de policía del subcondado de Malindi, John Kemboi.
Quién es el pastor
Paul Mackenzie Nthenge era un taxista que decidió convertirse en pastor. En 2003 fundó la Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas. El culto que dirige ha estado en la mira de las autoridades kenianas por diversas denuncias. Desde 2017, Mackenzie ha sido arrestado dos veces por sus predicaciones extremas. A comienzos de año fue detenido por promover la no escolarización de los niños al señalar que la educación no estaba reconocida por la Biblia
El pasado 14 de abril el pastor se entregó a las autoridades, luego de que la policía recibió informes acerca de “ciudadanos ignorantes muertos de hambre con el pretexto de conocer a Jesús después de haber pasado por un lavado de cerebro”.
Tras las denuncias, decenas de cuerpos fueron encontrados en el bosque Shakahola, cerca del lugar donde ayunaron los miembros del culto dirigido por el autoproclamado líder espiritual, quien antes de fundar la iglesia fue un controvertido televangelista.
En el sitio internet de la organización religiosa se indica que esta fue “creada el 17 de agosto de 2003 por el servidor de Dios PN Mackenzie”. Con sucursales en varias regiones del país africano, la Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas cuenta con más de 3.000 miembros.
“La misión de este ministerio es nutrir a los fieles de manera holística en todas las áreas de la espiritualidad cristiana mientras nos preparamos para la segunda venida de Jesucristo a través de la enseñanza y la evangelización”, se lee en el sitio de internet de la iglesia.
“Mensaje de los últimos tiempos” es el programa con el que pastor evoca “enseñanzas, prédicas y profecías sobre el final de los tiempos, comúnmente llamados escatología”.
“Llevar el evangelio de nuestro señor Jesucristo libre del engaño y del intelecto del hombre”, es una de las bases de la prédica de Mackenzie .
En su canal de YouTube se pueden ver sus sermones desde su antigua iglesia en la costera ciudad de Malindi. En sus predicaciones advierte a sus seguidores sobre diferentes asuntos.
En 2019, dijo que decidió cerrar su iglesia luego de recibir una revelación. “Sólo rezo conmigo mismo y con aquellos que han elegido creer”, dijo al diario africano The Nation.
Mackenzie también es señalado de estar detrás de la muerte de dos niños a quienes indujo a ayunar y murieron de hambre.
Masacre en el bosque Shakahola
El domingo la policía keniana halló a miembros de la iglesia en grave estado de salud. Estaban delirantes, con los desorbitados y rechazaban alimentos.
“Un mujer rechazó absolutamente los primeros auxilios y cerró con fuerza la boca, negándose a comer y quiso continuar su ayuno hasta la muerte”, dijo Hussein Khalid, miembro de la ONG Haki Africa, que denunció a Mackenzie.
“Pedimos al gobierno nacional enviar tropas al terreno para que podamos ir al interior (del bosque) a socorrer a las víctimas que siguen ayunando hasta la muerte”, agregó.
El bosque de Shakahola, de más 300 hectáreas, fue declarado escena del crimen y acordonado por las autoridades. En ese lugar Mackenzie compró unas tierras que dijo que las utiliza para cultivar. Sin embargo, desde allí sigue predicando a cientos de seguidores.
“Estoy conmocionado por las acusaciones que se me han presentado. Cerré mi iglesia Good News International en Malindi en agosto de 2019 y es importante que la gente lo acepte. Incluso vendí el equipo y las sillas también. Si una persona solía seguirme, debería hacerlo por su cuenta ahora y no por mi nombre. Que siga a Cristo y no al pastor Mackenzie”, dijo en una entrevista a un medio africano.
Humphrey Nyongo, un ex miembro de la iglesia, reveló lo que hace McKenzie con sus seguidores, a quienes les pide que renuncien a sus trabajos, se salten alimentos y no busquen tratamiento médico cuando enferman.
“Fui creyente de sus sermones durante 10 años. Cuando se cerró la iglesia de Malindi hace tres años, la mayoría de nosotros nos mudamos con el pastor McKenzie a Musimba y al pueblo de Shakahola. Aquí, nos reuníamos los sábados debajo de un árbol de 9 am a 5 pm”, dijo Nyongo a The Nation.
“Empecé a sospechar. Sus instrucciones, que calificó como mensajes de Dios, eran no llevar a nuestros hijos a las escuelas y, en cambio, visitar la iglesia todos los días para recibir lecciones de vida. Cuando me mudé a la aldea desde Malindi, comencé un negocio de cría de aves de corral, pero él estaba en contra. No quiere que nadie se involucre en ninguna actividad económica ni se traslade del pueblo al centro de la ciudad. Empecé a sospechar y renuncié a la iglesia”, añadió. Nyongo.
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