El ex presidente de una empresa patrocinadora de los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 y otros dos empresarios recibieron penas de prisión en suspensión, en la primera sentencia por el escándalo de sobornos que rodea la cita deportiva.
Las acusaciones de corrupción emergieron después del evento aplazado por la pandemia, implicando a grandes empresas del país y lastrando las opciones de Japón de acoger los Juegos de Invierno de 2030 en Sapporo.
El portavoz del tribunal de distrito de Tokio dijo a la AFP que Hironori Aoki, ex dirigente de la empresa de trajes de lujo Aoki Holdings, había recibido una pena en suspensión de dos años y medio de cárcel.
El juez dijo que su “responsabilidad criminal es significativa”.
El empresario de 84 años se declaró en diciembre culpable de las acusaciones de que él y dos compañeros habían pagado a los organizadores de Tokio-2020 para recibir un trato preferente, según medios nipones.
La fiscalía solicitó el ingreso en prisión para Aoki, pero el tribunal optó por una sentencia en suspensión durante cuatro años.
Aoki Holdings se convirtió en patrocinador de Tokio-2020 en octubre de 2018, lo que le permitió usar el logo y vender oficialmente productos de los Juegos, que fueron retrasados un año y se celebraron sin apenas público por la pandemia.
Su antiguo presidente fue detenido en agosto junto a otros dos responsables de la firma y un miembro de la organización de los Juegos, Haruyuki Takahashi.
Los otros dos empresarios también recibieron el viernes penas de prisión en suspensión de un año y 18 meses respectivamente. El juicio de Takahashi todavía no ha empezado pero este se ha declarado inocente.
De acuerdo con los documentos de la fiscalía vistos previamente por AFP, Takahashi supuestamente recibió 380.000 dólares de los ejecutivos de Aoki Holdings “con el entendimiento de que era dinero de agradecimiento por un trato beneficioso y preferente”.
Daño a la confianza
“Estos actos criminales dañaron la confianza de la sociedad en el desarrollo justo de los Juegos, que atrajeron la atención mundial y fueron importantes para el país”, dijo el juez Kenji Yasunaga en comentarios difundidos por Jiji Press.
Aoki, que ordenó a un compañero destruir las pruebas de este caso, “quería perseguir los intereses de su compañía”, consideró el magistrado.
“Nos tomamos la sentencia seriamente y haremos lo mejor para prevenir la reincidencia y ganarnos nuevamente la confianza de nuestros consumidores”, dijo una portavoz de la empresa a la AFP.
El escándalo de corrupción también salpicó a la mayor agencia publicitaria de Japón, Dentsu Group, que en febrero fue acusada junto a otras cinco empresas por presuntamente violar las leyes antimonopolio.
Otras sociedades implicadas son una importante editorial y una compañía de mercadotecnia que vendía peluches de las mascotas de la cita deportiva.
El alto cargo del comité organizador de Tokio-2020 Yasuo Mori y otros tres responsables también fueron detenidos por sospechas de amaño de los concursos públicos de los Juegos.
Y el ex presidente de ADK Holdings, la tercera mayor empresa de publicidad del país, se declaró culpable de ofrecer a Takahashi al menos 14 millones de yenes (105.000 dólares).
Este escándalo no es el primero en cuestionar las conductas vinculadas a estos Juegos.
La fiscalía francesa lanzó una investigación por acusaciones de corrupción vinculadas a la candidatura de Tokio en 2016.
El antiguo responsable del Comité Olímpico de Japón, Tsunekazu Takeda, dimitió en 2019 después de que las autoridades francesas demostraran su implicación en pagos realizados antes de la elección de Tokio como sede de los Juegos.
(Con información de AFP)
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