China está construyendo armas cibernéticas sofisticadas para “tomar el control” de los satélites enemigos, haciéndolos inútiles para señales de datos o vigilancia durante la guerra, según un informe de inteligencia estadounidense filtrado.
EEUU ha manifestado reiteradas veces su preocupación por el impulso de China en su desarrollo de capacidades para “explotar o secuestrar” satélites enemigos, desde Washington creen que una parte central del objetivo de Beijing es controlar la información, que el régimen considera un “dominio de guerra” clave.
De acuerdo con el medio británico, Financial Times, un documento de la CIA, que se emitió este año, contiene revelaciones de inteligencia estadounidenses muy importantes sobre la actividad espacial en más de una década.
“Los ataques cibernéticos más ambiciosos de China tienen como objetivo imitar las señales que los satélites enemigos reciben de sus operadores, engañándolos para que sean tomados por completo o funcionen mal durante los momentos cruciales del combate”, dice el reporte del Financial Times .
El documento clasificado de EEUU destaca que la capacidad cibernética de China le permitiría “tomar el control de un satélite, haciéndolo ineficaz para apoyar las comunicaciones, las armas o los sistemas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento”.
Taiwán está tratando de construir una infraestructura de comunicaciones que pueda sobrevivir a un ataque de China, en medio de la amezana de invasión que vive la isla.
El espacio ha “cambiado radicalmente” en pocos años debido a la creciente carrera armamentística, según un general estadounidense, que destacó que la mayor “amenaza” es China, seguida por Rusia.
“Estamos viendo que nuestros competidores estratégicos están fabricando una gran variedad de armas”, dijo el general Bradley Chance Saltzman, el comandante de las operaciones de Estados Unidos en el espacio, en una entrevista a un grupo reducido de medios.
“La amenaza que supone un mayor desafío es China, pero también Rusia”, afirmó en un coloquio al margen de la Conferencia de Seguridad de Múnich, en Alemania.
El militar citó tecnologías como los misiles antisatélites (ASAT), sistemas de armas de energía dirigida y aparatos con capacidades de interceptación orbital.
“Tenemos que tener en cuenta que el espacio como dominio en disputa cambió radicalmente. La forma en la que operamos en el espacio tiene que cambiar, y eso se debe sobre todo a las armas que (China) y Rusia han probado y, en algunos casos, puesto en funcionamiento”, explicó.
Estas declaraciones tienen un cariz especial dadas las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, que quedaron plasmadas por los tensos intercambios en febrero en Múnich entre el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken y su homólogo de China, Wang Yi, sobre el supuesto globo espía chino.
Blinken advirtió a Wang que “no debe volver a ocurrir” que China envíe un aparato sobre el espacio aéreo de Estados Unidos.
Por su parte, el jefe de la diplomacia china afirmó que la reacción de Washington de derribar el globo dañó las relaciones entre ambos países.
Beijing decía que el globo era un aparato de investigación meteorológica que se desvió de su curso.
Carrera armamentística espacial
La carrera armamentística en el espacio no es nada nuevo. En 1985, el Pentágono utilizó un misil para destruir un satélite a modo de prueba. China hizo lo mismo en 2007 e India en 2019.
Los países son cada vez son más reservados sobre sus actividades militares en el espacio, pero en 2019, cuando el Pentágono lanzó su Fuerza Espacial, el Departamento de Defensa de Estados Unidos proyectó que Rusia y China tenían el potencial de superar a Estados Unidos.
Saltzman negó que Estados Unidos esté rezagado.
Pero, la lucha ha evolucionado y la idea ya no es destruir satélites con misiles o construir satélites kamikazes, sino encontrar formas de dañarlos con láser o con potentes microondas.
El conflicto en Ucrania ha servido como un recordatorio de la importancia del espacio en las guerras actuales y las del futuro.
“El espacio es importante en la guerra moderna”, indicó Saltzman. “Se puede atacar el espacio sin ir al espacio, mediante redes cibernéticas u otros vectores. Tenemos que asegurarnos que estamos defendiendo todas estas capacidades”.
La creciente actividad militar, en combinación con las operaciones comerciales plantean problemas potenciales de daños colaterales o escombros que resulten destructivos.
El espacio “se va a volver cada vez más congestionado”, agregó.
Saltzman no ha mantenido conversaciones con sus contrapartes de China y de Rusia, dijo su equipo a AFP.
“Si podemos operar con una idea clara de cuáles son los estándares, estaremos mucho más seguros”, concluyó.
(Con informción de AFP)
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