El Ejército ruso atacó la región del puerto ucraniano de Odesa, situado en la costa del Mar Negro, en el sur del país, con doce drones kamikaze Shahed de fabricación iraní, de los cuales diez fueron derribados por las defensas aéreas ucranianas, así lo informó este miércoles la Fuerza Aérea de Ucrania.
“En la noche, el enemigo realizó un ataque con drones del tipo Shahed-136 en la región de Odesa”, dijo Yuriy Kruk, responsable de la administración militar de distrito, en un comunicado en Telegram.
“De acuerdo con la información preliminar, no hubo víctimas. Se están tomando medidas para contener el fuego. Las unidades del servicio de emergencia y de otras estructuras trabajan en el lugar”, afirmó.
La Administración Militar de la región de Odesa había informado previamente que uno de los aparatos no tripulados había impactado en una infraestructura pública, sin dar más detalles sobre el objetivo alcanzado.
El Comando Sur de las fuerzas armadas ucranianas también informó de los ataques y publicó varias fotografías de edificios destruidos y en llamas como consecuencia del lanzamiento de drones contra la región de Odesa. Una de las fotografías parece mostrar un espacio industrial dañado.
Las autoridades ucranianas también informaron del derribo, por parte de las defensas aéreas del ejército ucraniano, de seis drones lanzados por Rusia contra la provincia de Zaporizhzhia, en el sureste de Ucrania. Seis de esos aparatos eran Shaheds iranís.
Los Shahed-136 son unos drones autoexplosivos de producción iraní que pueden ser programados para volar automáticamente hasta unas coordenadas GPS previamente indicadas donde hacen estallar su carga.
La industria de drones rusa se vio afectada por las sanciones internacionales lo que, unido a la neutralización de numerosos aparatos desde el inicio de la guerra, ha llevado a Moscú a importar estos artefactos desde Irán.
La zona de Odesa, a orillas del mar Negro, era un destino de vacaciones predilecto para muchos ucranianos y rusos antes de que el presidente Vladimir Putin lanzara sus tropas contra la antigua república soviética en febrero del año pasado.
Desde el inicio de la invasión, la ciudad ha sido bombardeada varias veces por las fuerzas rusas. También sufrió un ataque con drones hace dos semanas que causó algunos daños.
En enero, la Unesco clasificó el centro histórico de Odesa como Patrimonio de la Humanidad en peligro.
Entretanto, las fuerzas de ocupación rusas que controlan la parte oriental de la provincia de Kherson, en el sur de Ucrania, continúan sembrando de minas explosivas los territorios de la zona en previsión de la anunciada contraofensiva ucraniana, informó el Estado Mayor de Kiev en su parte diario.
“En los territorios temporalmente ocupados de la provincia de Kherson, los invasores rusos siguen minando la zona y refuerzan sus capacidades defensivas”, se lee en el parte militar del Estado Mayor ucraniano.
Los rusos también están colocando minas en los ríos Konka y Dnipró, según la nota oficial. El río Dnipró parte en dos la provincia ucraniana de Kherson. En la margen oriental están los territorios ocupados por Rusia, que se retiró de la margen occidental el pasado noviembre ante la presión ucraniana.
Las fuerzas armadas ucranianas dicen tener constancia de casos de residentes en la margen oriental del río, a los que les han explotado estas minas con las que los rusos buscan defender el territorio ocupado.
El parte militar ucraniano habla también de intensos combates en Bakhmut, Mariinka, Avdíivka y Limán, las cuatro zonas más calientes de todo el frente situadas en el este de Ucrania.
(Con información de AFP y EFE)
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