La inflación interanual en el Reino Unido bajó levemente en marzo hasta situarse en el 10,1%, frente al 10,4% registrado en febrero, según divulgó este miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
Pese a esta leve bajada, la tasa continúa estando por encima de las estimaciones hechas por los analistas, que habían previsto una caída hasta el 9,8% y sigue situándose por encima del 10%, ya que los precios de los productos alimentarios y bebidas continuaron subiendo.
El índice sigue estando, además, muy por encima del objetivo fijado por el Banco de Inglaterra del 2%.
“La inflación se relajó ligeramente en marzo pero sigue situada en un nivel elevado”, según el economista jefe de la ONS, Grant Fitzner.
El experto apuntó como “principales impulsores del declive” en ese índice “los precios del combustible de automoción y los costes del aceite de calefacción, que ambos cayeron tras haber experimentado marcadas subidas en este mismo periodo el pasado año”.
El analista destacó también que “(los precios de) la ropa, los muebles y productos para el hogar se incrementaron, pero de manera más lenta que hace un año”.
“No obstante, estos quedaron parcialmente compensados por el coste de la comida, que siguen subiendo”, observó Fitzner, que agregó que “la inflación en el precio del pan y del cereal está ahora en un máximo récord”. La inflación de los precios de los alimentos se disparó en marzo hasta el 19,1%, alcanzando el nivel más alto desde agosto de 1977. La tasa alimentaria lleva varios meses alcanzando máximos de 45 años.
Según la ONS, en marzo se registraron subidas récord en el pan y los cereales, el chocolate y los productos de confitería, otros productos alimenticios como las comidas preparadas y las salsas, y las bebidas calientes.
“El coste de la vida ha subido insidiosamente y los aumentos salariales no consiguen seguir el ritmo de una inflación tan elevada”, señaló Danni Hewson, analista de AJ Bell.
“Los consumidores británicos estarán totalmente hartos de la situación y les enfadará que otras partes del mundo parezcan beneficiarse de una inflación que cae mucho más deprisa”.
El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, afirmó tras conocer el dato que “estas cifras reafirman exactamente por qué debemos continuar con nuestros esfuerzos por impulsar a la baja la inflación de manera que podamos relajar la presión sobre las familias y los negocios”.
“Nos encontramos a camino de lograrlo, y la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) ha pronosticado que reduciremos la inflación a la mitad este año”, dijo Hunt.
El Gobierno conservador del Reino Unido, presidido por el Primer Ministro Rishi Sunak, había presentado el mes pasado un presupuesto destinado a atajar la crisis del coste de la vida, que ha desencadenado huelgas por la pérdida de valor de los salarios.
A pesar de los esfuerzos, los datos oficiales de esta semana muestran que los salarios siguen creciendo más lentamente que los precios.
El Gobierno prevé que la inflación caiga hasta el 2,9% a finales de este año.
El Banco de Inglaterra ha subido los tipos de interés 11 veces seguidas desde finales de 2021 en un intento de controlar los precios al consumo. El tipo de interés oficial del Banco de Inglaterra se sitúa actualmente en el 4,25%, el nivel más alto desde finales de 2008.
Sin embargo, la inflación sigue siendo más de cinco veces superior a su objetivo oficial del dos por ciento.
La próxima decisión del banco central está prevista para mayo.
“La caída (de la inflación) es demasiado modesta para que el (BoE) deje de subir los tipos; ahora esperamos una última subida de 25 puntos básicos”, comentó Samuel Tombs, analista de Pantheon Macroeconomics.
El gobernador del BoE, Andrew Bailey, advirtió recientemente de que los responsables políticos necesitaban ver que la inflación bajaba de forma acusada antes de poner fin a su actual ciclo de endurecimiento monetario.
(Con información de EFE y AFP)
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