Rusia bombardeó un edificio de apartamentos en la ciudad de Sloviansk, en el este de Ucrania, matando a nueve personas, incluido un niño de dos años que fue rescatado de los escombros pero murió camino al hospital, aseguraron este sábado autoridades ucranianas.
El bombardeo en el tranquilo barrio de Sloviansk ocurrió el viernes, el mismo día en que el presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un proyecto de ley que facilitará la movilización de los jóvenes en el ejército.
Vadim Lyakh, jefe de la administración militar de Sloviansk, dijo este sábado que nueve personas murieron, incluyendo una mujer cuyo cuerpo fue recuperado de los escombros durante la noche, y 21 resultaron heridas.
Cinco personas ya identificadas todavía estaban bajo los escombros, agregó.
Entre los muertos figura un niño de dos años que fue sacado vivo de los escombros y falleció poco después en la ambulancia, afirmó Daria Zarivna, consejera del presidente Volodimir Zelensky.
Sloviansk está en la parte de la región de Donetsk bajo control ucraniano, a 45 km al noroeste de Bakhmut, cerca de la zona ocupada por Rusia.
Según Ucrania, la ciudad fue atacada por siete misiles que dañaron cinco edificios, cinco casas, una escuela y un edificio administrativo.
Zelensky acusó a Rusia de “bombardear brutalmente” edificios residenciales.
La fiscalía de Donetsk anunció el inicio de una investigación como parte del procedimiento penal por violación de las leyes y usos de la guerra.
“Según las informaciones preliminares, los ocupantes utilizaron un sistema de misiles antiaéreos S-300 contra la población civil”, afirmó.
Conmoción
Reporteros de la agencia de noticias AFP vieron a socorristas buscando sobrevivientes en el último piso de un edificio construido durante la era soviética y humaredas negras que se elevaban de inmuebles en llamas del otro lado de la calle.
“Yo vivo en la otra punta de la calle y estaba dormitando cuando escuché esta enorme explosión y salí corriendo de mi apartamento”, contó Larisa, una mujer de 59 años, quien añadió que el impacto quebró las ventanas y lanzó los fragmentos de vidrio por toda su casa.
El bombardeo de este edificio en Sloviansk ocurre en momentos en que Rusia afirma haber aumentado la presión para apoderarse de otros barrios de la ciudad devastada de Bakhmut, más al sur.
Según el ejército ruso, los paramilitares del grupo Wagner avanzan hacia los barrios del oeste de la ciudad, apoyados por las tropas aerotransportadas de Moscú.
“Las unidades de asalto de Wagner llevan a cabo operaciones de combate de alta intensidad para conquistar los barrios occidentales”, precisó en un comunicado.
Los paracaidistas rusos “apoyan a las unidades de asalto e impiden que el enemigo entregue municiones a la ciudad y traiga reservas”, agregó.
Ucrania prometió seguir defendiendo Bakhmut. Pero sobre el terreno, fuentes ucranianas cerca de la ciudad admitieron ante la AFP que las fuerzas de Kiev estaban en una posición “difícil”.
En el frente diplomático, el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, de visita en Beijing, instó a Estados Unidos a “dejar de incentivar la guerra y comenzar a hablar de paz”.
La comunidad internacional “convencerá” a Putin y Zelensky de que “la paz redunda en interés de todo el mundo”, añadió.
Más de un año después de que Moscú lanzara su ofensiva en Ucrania, hay grandes temores en Rusia de que el gobierno esté planeando una nueva gran campaña de movilización, en momentos en que el ejército ucraniano prepara una contraofensiva.
Putin firmó el viernes una nueva ley que facilita la movilización de los jóvenes rusos en el ejército. En septiembre ordenó la movilización de 300.000 reservistas, pero el proceso fue lento y a menudo caótico.
Pero ahora, la nueva ley autoriza la movilización de reservistas por vía electrónica, a través de un portal de los servicios públicos, o incluso mediante una notificación entregada a terceros. Hasta ahora, era personal.
El servicio de impuestos, las universidades y otros organismos públicos deberán proporcionar la información personal de los movilizables.
La policía tiene derecho a perseguir a los “refractarios”, quienes se nieguen a recibir la citación, y pueden ser condenados a penas de prisión.
Además, la negativa a presentarse en la oficina de reclutamiento privará a los rusos de trabajar como empresarios o independientes, recibir préstamos o disponer de vivienda o coche. Estas medidas afectan también a los rusos que han huido de su país y trabajan a distancia.
La anterior movilización de septiembre de 2022 había provocado la huida de decenas de miles de rusos al extranjero.
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