Los ministros de Medioambiente y Energía del G7 se reunieron este sábado en Sapporo (norte de Japón), donde comenzaron las conversaciones con el foco en alcanzar una sociedad libre de combustibles fósiles y la seguridad energética tras la invasión de Ucrania.
“Nos enfrentamos a desafíos como el aumento vertiginoso de los precios del petróleo, el gas, y el carbón, mercados energéticos inestables que nunca hemos experimentado antes, y la inseguridad económica”, dijo hoy el ministro de Economía japonés, Yasutoshi Nishimura, durante su discurso de apertura del encuentro.
En este sentido, Nishimura afirmó que los países del grupo de los 7 -formado por Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, a los que se une la Unión Europea-, deben simultáneamente tomar medidas para solucionar el cambio climático, como un desafío común, pero también para “garantizar la seguridad energética”.
El encuentro de dos días que arrancó este sábado concluirá con la firma de la “Declaración Hokkaido-Sapporo”, que propone trabajar con el sector privado con el fin de introducir nuevas tecnologías y combustibles para una “transformación verde”, o GX -como lo llama Tokio-, según el primer borrador publicado por medios locales.
Esta declaración incluirá un plan de eliminación gradual de los combustibles fósiles y para la reducción de las emisiones, aunque, por el momento, no se habría concretado el calendario para este proceso.
Según Nishimura, el primer punto a debatir implica garantizar simultáneamente la seguridad energética y abordar la crisis climática con el uso de nuevas tecnologías que contribuyan a la descarbonización, incluidas las energías renovables y la eficiencia energética.
En este sentido, el país asiático destacó varias propuestas que han supuesto un escollo en las negociaciones con sus vecinos, como son el uso de la energía nuclear, centros de reutilización y almacenamiento de dióxido de carbono o la combustión conjunta de amoníaco y carbón para reducir emisiones.
Como segundo punto, Japón también propuso tomar acciones para lograr la reducción de emisiones a nivel global, por ejemplo, en países en desarrollo, a través de las inversiones.
A continuación, el Ministro de Medioambiente, Akihiro Nishimura, también enfatizó la importancia de la cooperación y señaló a la invasión rusa de Ucrania como “un impacto negativo en los problemas ambientales y energéticos globales”.
“Estamos ante la triple crisis global del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, así como la crisis energética, inseguridad alimentaria, amenazas a la salud y daños ambientales, que son causados o exacerbados por la guerra de Rusia contra Ucrania”, afirmó el responsable de la cartera medioambiental.
Japón, anfitrión del encuentro, sería, sin embargo, uno de los escollos en las negociaciones entre estos países, con una postura mucho más cautelosa que la adoptada en la última reunión de este tipo celebrada el verano boreal pasado cuando la presidencia de turno la ocupaba Alemania.
En ese momento, los líderes del G7 acordaron lograr un “sector eléctrico total o predominantemente descarbonizado para 2035″, sin embargo, algunas de las medidas propuestas para este encuentro por el Ejecutivo del primer ministro japonés, Fumio Kishida, como la aprobación de inversiones en el sector del gas natural, van a contracorriente de las recomendaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Japón viene justificando estas medidas con el fin de garantizar la seguridad energética tras la invasión rusa de Ucrania, pero ha recibido críticas del sector público y privado local e internacional por lo que consideran un compromiso “poco ambicioso”.
(Con información de EFE)
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