Las Fuerzas Aéreas de Corea del Sur y Estados Unidos realizaron este viernes unas nuevas maniobras para las que se desplegaron varios bombarderos B-52H, informó Seúl, un día después de que Corea del Norte probara un nuevo misil.
Los medios estatales norcoreanos confirmaron este viernes que el test de la víspera fue el de un misil balístico intercontinental (ICBM) de combustible sólido, bautizado como Hwasong-18, mucho más eficiente y difícil de detectar en comparación con los proyectiles de largo alcance que Pyonyang poseía hasta ahora.
En respuesta a la prueba armamentística más reciente del régimen, las Fuerzas Aéreas surcoreanas movilizaron cazas F-35A y aviones F-15K, mientras que las estadounidenses desplegaron cazas F-16, además de los bombarderos, para unas maniobras en una zona no revelada de la península coreana, según el Ministerio de Defensa surcoreano.
Las maniobras “representan una respuesta coordinada y unida que demuestra la poderosa ‘fuerza de la alianza’ y la voluntad de EEUU de proporcionar disuasión extendida contra la reciente serie de provocaciones de Corea del Norte”, señaló en un comunicado.
Las autoridades surcoreanas aseguraron que los ejercicios reafirman la capacidad de desplegar rápidamente activos estratégicos de Estados Unidos en la península coreana, así como las capacidades operativas combinadas y la interoperabilidad entre ambas potencias.
Seúl añadió que tanto el país asiático como Washington demostrarán “con acciones” su determinación de no aceptar ningún ataque nuclear del Norte mediante el fortalecimiento de la frecuencia y la intensidad del despliegue de activos estratégicos estadounidenses, entre los que se incluyen portaaviones, submarinos o bombarderos.
El despliegue del bombardero B-52H se produce tras los envíos realizados la semana pasada y el 6 de marzo de otros bombarderos para sendas maniobras, aunque a diferencia de ellos, el aparato enviado hoy tiene capacidad nuclear, en lo que supondría un intento de enviar un mensaje algo más contundente a Pyonyang.
El ejército surcoreano había anunciado en la víspera la detección de un misil lanzado desde la zona de Pyongyang y había apuntado a la posibilidad de que fuera un nuevo tipo de proyectil de combustible sólido.
Las fotografías publicadas por los medios estatales norcoreanos muestran a Kim Jong Un junto a su hija revisando el despegue del proyectil negro y blanco en medio de una nube de humo y sonriendo de alegría tras el presunto disparo exitoso.
“Un nuevo tipo de misil balístico intercontinental ‘Hwasung-18′ fue lanzado el jueves como un recurso clave para la fuerza militar estratégica”, afirmó la agencia de prensa oficial KCNA.
“El propósito del disparo de prueba fue confirmar el desempeño de motores multifases de alta potencia de combustible sólido, la tecnología de la fase de separación y la fiabilidad de los sistemas de control con diferentes funciones y evaluar la eficiencia militar del nuevo sistema estratégico de armas”, agregó.
Obsesión de Pyongyang
Hasta ahora, todos los misiles intercontinentales conocidos de Pyongyang estaban impulsados por combustible líquido, pero Kim había colocado el desarrollo de ICBM de combustible sólido como una prioridad.
Estos proyectiles son más fáciles de almacenar y transportar, más estables y más rápidos de lanzar, lo que los hace más difíciles de detectar y neutralizar.
En un desfile militar en Pyongyang en febrero, Corea del Norte exhibió un número récord de misiles balísticos intercontinentales y nucleares. Los analistas señalaron que algunos podían ser nuevos ICBM de combustible fósil.
Corea del Norte “ha repetido otra vez su patrón de provocación con sus nuevas armas”, dijo a la AFP Go Myong-hyun, investigador en el Instituto Asan de Estudios Políticos.
“Primero, probó un motor de combustible sólido, antes de mostrar el misil en un desfile militar en febrero y ahora realizan un test de verdad”, dijo Go.
“El motivo por el que Corea del Norte está obsesionada por los misiles de combustible sólido es porque reducen significativamente el tiempo de preparación antes del disparo”, aseguró.
“Es importante porque cuanto más tiempo implique llevar el misil desde un depósito o un túnel, más posibilidad hay de destrucción antes del lanzamiento”, añadió.
El anuncio se produce días antes de que Corea del Norte celebre uno de sus aniversarios políticos más significados, el Día del Sol, el 15 de abril.
La fecha conmemora el nacimiento del fundador del país, Kim Il Sung, y suele celebrarse con pruebas armamentísticas o desfiles militares.
Las relaciones entre las dos Coreas se encuentran en su peor momento en años.
El Norte declaró el año pasado que su estatus de potencia nuclear era “irreversible”, cerrando la puerta a negociar un posible desmantelamiento del arsenal.
Y este año, Kim ordenó al ejército intensificar las maniobras para prepararse para una “guerra real”.
De su lado, el Sur ha intensificado la cooperación con Washington, con ejercicios conjuntos que incluyen el despliegue de activos militares estratégicos estadounidenses en la zona.
Pyongyang considera estas maniobras como ensayos para una eventual invasión. El martes, los describió como ejercicios “frenéticos” que “simulan una guerra sin cuartel” contra su país.
Con información de EFE
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