El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió este viernes en Beijing con su homólogo chino, Xi Jinping, quien le manifestó que las relaciones entre ambas partes “jugarán un papel clave para la estabilidad y paz mundiales”.
Lula, que llegó anoche a la capital y desarrolla este viernes la segunda jornada de su visita de Estado a China, fue recibido con honores por Xi en el Gran Palacio del Pueblo antes del encuentro.
Durante la reunión, que duró unos 50 minutos, Xi aseguró que China y Brasil “son dos de los grandes países en desarrollo y dos importantes mercados emergentes. Nuestras relaciones son estables y están en constante desarrollo”.
“Tenemos intereses comunes y China va a dar prioridad a nuestras relaciones amistosas. Esta es una relación que beneficiará a ambos y la apertura de China traerá oportunidades para todos”, dijo Xi al comienzo de la reunión.
El mandatario agregó que el país asiático busca “la creación de un nuevo paradigma de desarrollo” y mencionó la Iniciativa Global de Seguridad, un proyecto anunciado por Xi en abril de 2022 y que se opone al uso de sanciones en el escenario internacional.
Lula aseguró al principio de su intervención que su Gobierno desea trabajar para que las relaciones entre China y Brasil “no sean únicamente de interés comercial”.
“Queremos que trascienda más allá de lo comercial y que sea profunda, fuerte”, dijo Lula, y agregó que espera que comprenda otros sectores como el cambio climático, el uso de energías limpias, la tecnología o realizar esfuerzos para cumplir los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU.
Durante su estancia en China, Lula visitó el jueves un centro de investigación y desarrollo (I+D) de la tecnológica china Huawei, desde hace años en el ojo del huracán por las sanciones impuestas por Estados Unidos, que la considera un peligro para su seguridad nacional.
“La visita a Huawei es una demostración de que queremos decirle al mundo que no tenemos prejuicios en nuestra relación con China”, agregó.
A continuación, Lula y Xi presidieron la firma de 14 acuerdos para estrechar lazos en el área comercial, protocolos fitosanitarios, de tecnología, desarrollo, transición energética y otros ámbitos de colaboración en el marco de la asociación estratégica bilateral.
Entre los compromisos firmados destacan el de establecimiento de operación directa de transacciones comerciales entre Brasil y China en yuanes, “sin necesidad de dolarización”, así como la construcción del sexto satélite fabricado entre ambas naciones, el CBERS-6, que vigilará la biomasa de la selva amazónica, según la Presidencia de Brasil.
Antes de su encuentro con Xi, Lula mantuvo sendas reuniones con el primer ministro, Li Qiang, y con el presidente de la Asamblea Nacional Popular de China (Legislativo), Zhao Leji, y realizó una ofrenda floral ante el monumento de los Héroes del Pueblo, en la plaza de Tiananmen.
En la mañana local del viernes, el líder sudamericano mantuvo además una reunión con Zhang Zhigang, el presidente del operador estatal del sistema eléctrico chino, State Grid, empresa que ha invertido fuertemente en la infraestructura eléctrica brasileña en los últimos años.
El resto de su agenda para este viernes incluye una conferencia de prensa, un encuentro con autoridades brasileñas en China y una cena oficial ofrecida por el Gobierno anfitrión.
Durante su visita, el líder brasileño también intervendrá en la ceremonia de toma de posesión de la que fuera su sucesora en el cargo entre 2011 y 2016 y aliada política, Dilma Rousseff, como nueva jefa del banco de fomento de los BRICS, el foro que el país integra junto a Rusia, India, China y Sudáfrica.
(Con información de EFE)
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