Los sindicatos franceses rechazaron la aprobación de este viernes de la Corte Suprema de Justicia a la reforma jubilatoria presentada por el Ejecutivo de Emmanuel Macron y llamaron a una “movilización excepcional” en respuesta.
Luego de que el Consejo Constitucional francés diera luz verde a las medidas clave del proyecto, los trabajadores buscan fortalecer la lucha convocando a una protesta masiva el próximo 1 de mayo, casualmente el día en que se celebra el Día Internacional de los Trabajadores.
Asimismo, se negaron a reunirse con el presidente Emmanuel Macron hasta que suspenda la reciente aprobación. “Ninguna organización sindical se reunirá en ningún momento con el Ejecutivo para hablar de otra cosa que no sea la retirada de la reforma de pensiones”, declararon.
Este viernes el Gobierno francés recibió la noticia de que su controversial propuesta de retrasar la edad de la jubilación de los 62 a los 64 años para 2030 -entre otras cuestiones- había conseguido el aval en lo que fue la última instancia antes de su promulgación, que se espera para “los próximos días”.
Según una fuente del Consejo, esta decisión expone que los nueve miembros tuvieron en cuenta “que el legislador busca la supervivencia del sistema por repartición, teniendo en cuenta además el aumento de la esperanza de vida”.
La primera ministra Elisabeth Borne escribió en sus redes sociales que “tanto en el fondo como en el procedimiento”, la reforma va en línea con la Constitución y trató de disminuir la tensión en las calles diciendo que “esta noche no hay ni vencedores ni vencidos”.
La aprobación dejó sin efecto el pedido de la oposición de izquierda de convocar a un referéndum para resolver la cuestión con el voto popular, algo que fue recibido como un baldazo de agua fría entre los detractores. No obstante, aún deberá evaluar un nuevo pedido presentado recientemente, cuya fecha estipulada es el 3 de mayo.
El Consejo siempre tuvo tendencia a “no bloquear las grandes reformas sociales”, explicó en tanto Lauréline Fontaine, profesora de derecho constitucional.
Si bien algunas partes del proyecto, como la obligación a las grandes empresas de comunicar cuántos trabajadores de más edad tienen contratados, fueron anuladas, los puntos clave y su esencia se mantienen, lo que reconforta al Gobierno.
Es por ello que el líder del sindicato moderado CFDT, Laurent Berger, comentó que “si hay censura de ciertos puntos (...) pero no de los 64 años, entonces no servirá para resolver el conflicto social”.
Al conocerse la noticia, la plaza del Ayuntamiento y todas las inmediaciones de la sede legislativa se plagaron de abucheos en los que se pudo oír todo tipo de reclamos, entre ellos, los que aseguraban que “constitucional o no, esta ley no la queremos” y aquellos que sostenían que “continuaremos hasta su retirada”.
“La lucha continúa. El destino político de la reforma de las pensiones no está sellado”, sentenció el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
El Gobierno francés busca, ahora, pasar la página y lograr un acuerdo con la sociedad sobre este tema. En un comunicado difundido recientemente recalcaron que el fallo constitucional “marca el fin del camino institucional y democrático de la reforma” pero su voluntad por “continuar la concertación con los interlocutores sociales” sigue intacta, una respuesta que parece no satisfacer los reclamos sociales.
Con información de AFP, Europa Press y EFE
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