Un grupo de manifestantes interrumpió este martes el discurso del presidente francés, Emmanuel Macron, en La Haya, en el primer día de una visita de Estado a Países Bajos.
Cuando se disponía a pronunciar un discurso sobre el futuro de Europa, Macron fue interrumpido por gritos. “¿Dónde está la democracia francesa?” y “La convención sobre el clima no se respeta”, gritaron los manifestantes desde las gradas, desplegando también una pancarta en la que se leía “Presidente de la violencia y la hipocresía” en inglés.
El jefe de Estado francés detuvo brevemente su alocución hasta que terminaron los gritos y contestó que estaba dispuesto a responder a las preguntas que se le estaban haciendo si le dejaban hablar, y después continuó con su discurso sobre su visión del futuro de la UE. “Es muy importante debatir”, agregó Macron.
El ejecutivo galo afronta una oleada de manifestaciones en contra de la reforma de las pensiones, que busca retrasar la edad de jubilación en el país de 62 a 64 años.
Durante su discurso, que duró unos 30 minutos, Macron defendió una mayor autonomía de Europa a nivel económico e insistió en la necesidad de reforzar la competitividad en el continente a través de reformas. “Queremos ser abiertos, queremos aliados, queremos buenos amigos, queremos socios, pero siempre queremos estar en una posición de poder elegirlos, no depender de ellos”, afirmó Macron en un evento organizado en el centro Amare de La Haya por el Instituto Nexus, institución dedicada al estudio del patrimonio cultural europeo.
También se refirió a la falta de competitividad del sector industrial, que calificó de tabú. “Necesitamos esta política industrial porque nuestros competidores interfieren en el mercado” europeo, subrayó, haciendo un llamado a aumentar las subvenciones.
El mandatario francés defendió recientemente la “autonomía estratégica” de la Unión Europea frente a China y Estados Unidos, tras un viaje al gigante asiático. Sus declaraciones generaron controversias y obligaron a uno de sus allegados, el eurodiputado Stéphane Séjourné, a precisar que Francia no se mantuvo “equidistante” entre Pekín y Washington, sino que “evidentemente”, es aliada de Estados Unidos.
La visita de Macron a Países Bajos es la primera de un presidente francés al país en 23 años y se centrará en cuestiones europeas.
El jefe de Estado francés, que acaba de regresar de Pekín, y su esposa Brigitte fueron recibidos con honores militares e himnos nacionales en el Palacio Real de Ámsterdam por el rey Guillermo Alejandro y su esposa Máxima. Tras una recepción y un almuerzo privado, la pareja real ofrecerá una cena de Estado en su honor.
La visita del líder francés marca el acercamiento con Países Bajos. Macron tiene además una buena relación personal con el primer ministro neerlandés, Mark Rutte.
Los países del este de Europa siguen muy apegados a la OTAN y a la protección de Estados Unidos y miran con recelo la defensa europea preconizada por Francia, aunque París insiste en que es complementaria a la Alianza Atlántica.
Con información de AFP
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