El líder opositor ruso encarcelado Alexei Navalny denunció este martes que fue trasladado nuevamente a una celda de aislamiento y que está soportando unas condiciones “extremadamente infernales” en prisión.
Navalny, de 46 años, cumple una condena combinada de 11 años y medio en una colonia penal de alta seguridad por fraude y desacato al tribunal, acusaciones que, según él, fueron inventadas por el gobierno de Vladimir Putin para silenciarlo.
Un documental sobre el líder opositor ruso ganó un Oscar el mes pasado.
Navalny dijo que había sido liberado de una celda de aislamiento el viernes y condenado a otros 15 días allí el lunes, después de que sus partidarios hicieron pública una investigación que mostraba que el servicio penitenciario pagaba supuestamente demasiado por las coles y se embolsaba el excedente.
“Por eso, al día siguiente de que mis colegas hicieran pública su investigación sobre estas divertidas historias de coles, me metieron en la celda (de confinamiento), inmediatamente empezaron a preparar una ‘celda de trabajo’ para mí y cambiaron la rutina diaria, convirtiéndola de infernal a extremadamente infernal”, denunció en sus redes sociales.
Vadim Kobsev, el abogado de Navalny, denunció este martes que la salud del preso político se ha deteriorado en los últimos días debido a una enfermedad estomacal tras pasar por una celda de castigo. “Navalny, por supuesto, escribe publicaciones alegres, pero no escribe en ellas que en la noche del viernes al sábado llamaron a una ambulancia a su celda debido a una enfermedad estomacal que empeoró después de otro ShIZO (celda de castigo, en ruso). Una enfermedad por la que nadie lo trata”, comentó Kobsev en su perfil de Twitter.
Según el historial médico de Navalny, en los últimos 15 días desde su último traslado a la celda de castigo, ha perdido ocho kilos de peso: “Los paquetes con medicinas que envía la madre no son recogidos por la colonia de correos, y se los devuelven”.
Las duras medidas en la cárcel contra el opositor, cuya rutina marca un paseo sobre las siete de la mañana -cuando todavía no hay sol- se relacionan con la publicación de una investigación de la Fundación Anticorrupción (FBK) sobre la compra de productos en la cárcel a precios inflados.
El crítico del Kremlin, que sobrevivió a un intento de envenenamiento en 2020, ha estado varias veces en celdas de castigo durante el último año y sus partidarios afirman que su vida corre peligro en la medida que empeora su salud.
El Ministerio del Interior ruso no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
La semana pasada, Rusia declaró que partidarios de Navalny habían ayudado a asesinar al bloguero Vladlen Tatarsky en San Petersburgo.
La semana pasada la Fiscalía rusa pidió 25 años de cárcel para el político opositor Vladimir Kara-Murza, en prisión preventiva desde hace un año y que es acusado de alta traición, de cooperar con países de la OTAN y difundir información falsa sobre el Ejército ruso en Ucrania.
“Hoy tuvieron lugar las deliberaciones. El fiscal pidió 25 años de cárcel”, dijo Maria Eismont, abogada del político liberal, según informó la prensa local.
Según la acusación, Kara-Murza difundió “conscientemente información falsa” al acusar al Ejército ruso de bombardear zonas residenciales, hospitales y escuelas en Ucrania durante una intervención en marzo de 2022 en la Cámara de Representantes del Estado de Arizona, en Estados Unidos.
Además, es acusado de alta traición, cargo castigado en este país con hasta 20 años de prisión, y de trabajar para una ONG declarada indeseable por la Justicia rusa.
Tras la vista, que transcurrió a puerta cerrada, la defensora del opositor aseguró que su cliente ha perdido 17 kilos durante su estancia en prisión preventiva.
Kara-Murza no ha podido acudir a las últimas vistas debido, según sus abogados, “a un notable deterioro de su estado de salud”, lo que le impidió ni siquiera subir al furgón para acudir al tribunal.
Recientemente, los abogados del opositor informaron de que Kara-Murza había sido diagnosticado en la cárcel con polineuropatía en extremidades inferiores como consecuencia de los dos envenenamientos que sufrió en 2015 y 2017.
Kara-Murzá sobrevivió a dos intentos de envenenamiento, en 2015 y 2017. Según el colectivo de investigación Bellingcat, con anterioridad había sido seguido por la misma unidad del Servicio Federal de Seguridad que luego envenenó al líder opositor Alexei Navalny, que a su vez cumple ocho años de cárcel.
Con información de Reuters, EFE y Europa Press
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