Los jefes del movimiento islamista palestino Hamas, Ismail Haniye, y del partido-milicia chií libanés Hezbollah, Hasan Nasrallah, se reunieron en la capital de Líbano, Beirut, para discutir la reciente intensificación de los enfrenamientos con Israel durante la conmemoración musulmana del Ramadán.
Según el portal de noticias libanés Naharnet, ambos jefes terroristas discutieron “la preparación conjunta del eje de la resistencia contra Israel” durante una semana de violencia, que incluyó el lanzamiento de cohetes desde Gaza, el sur de Líbano y Siria.
El sábado, un turista italiano y dos hermanas británico-israelíes murieron en atentados cometidos en Tel Aviv y Jerusalén y ayer, en la apertura de un nuevo frente, tres cohetes fueron lanzados desde Siria a territorio israelí.
En represalia, el Ejército israelí atacó con artillería y por aire un complejo militar, sistemas de radares y puestos de artillería de las Fuerzas Armadas de Siria en el sur del país, y advirtió de que “Israel ve al Estado sirio como responsable de todas las actividades que ocurren dentro de su territorio y no permitirán ningún intento de violar la soberanía israelí”.
Milicias palestinas también dispararon una quincena de cohetes hacia Israel desde Gaza entre martes y miércoles, en protesta por las cargas policiales contra fieles palestinos atrincherados en Al Aqsa en Jerusalén durante los rezos de Ramadán. Los enfrentamientos dejaron más de 350 detenidos y 30 heridos en la Explanada de las Mezquitas, donde la situación es todavía extremadamente volátil.
Israel reaccionó con bombardeos selectivos sobre objetivos militares del movimiento islamista palestino Hamas tanto en la Franja -donde gobierna de facto desde 2007-, como en el sur de Líbano -donde tiene presencia en los campos de refugiados- sin causar víctimas, en un intento de responder pero evitando escalar la situación.
“En este periodo complejo, el Ejército es sólido y continuará usando la fuerza tanto como sea necesario contra nuestros enemigos en cualquier frente”, afirmó este fin de semana el Jefe del Estado Mayor israelí, Hertzi Halevi, quién llamó a filas a soldados reservistas, sobre todo a pilotos de aviones y operadores de drones.
Mientras tanto, miles de judíos participan este domingo en la bendición sacerdotal que tiene lugar cada dos años en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, en medio de enormes medidas de seguridad de la Policía, que no obstante ha eludido intervenir para desalojar a los musulmanes encerrados en la mezquita de Al Aqsa, a escasos metros, para no inflamar todavía más las tensiones.
La Birkat Kohanim o la Bendición de Aarón es un rito tradicional que a los descendientes masculinos de la casta sacerdotal de los Kohanim - procedentes del que fuera primer Sumo Sacerdote de Israel- y que coincide este año con el Ramadán.
De momento, no se tiene constancia de incidentes durante la celebración del rito.
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