La ex ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, rompió el silencio este sábado desde el arresto de su esposo esta semana, que lo investiga por presuntas irregularidades en el Partido Nacional Escocés (SNP).
Desde su domicilio en Glasgow, la ex mandataria habló con la prensa en una breve conferencia de prensa y admitió que estos últimos días han sido “evidentemente difíciles”. A continuación, pidió “respeto” tanto para su familia como para los vecinos, que se han visto afectados por el fuerte operativo policial montado en la zona y las largas guardias de la prensa frente a su casa.
“Los últimos días han sido evidentemente difíciles, bastante intensos a veces, pero comprendo que es parte del proceso”, comentó y sumó que, si bien comprende el “escrutinio que cae sobre mí como figura pública, también tengo derecho a algo de privacidad en mi propia casa”. “Sólo quiero retomar mi vida y mi trabajo”, dijo.
Consultada por la prensa, Sturgeon se negó a profundizar sobre la investigación en curso aunque aseguró que no ha sido interrogada por la Policía pero colaborará “totalmente en cuando lo soliciten, si lo necesitan”.
Murrell fue arrestado este miércoles -apenas una semana después de que su esposa abandonara el cargo de jefa de Gobierno tras nueve años- e interrogado por los detectives que investigan los fondos supuestamente destinados a la campaña por la independencia de Escocia, que incluye más de 600.000 libras.
Por su parte, el mes pasado, el hombre también había presentado su dimisión como director ejecutivo del partido en medio de conjeturas que sugerían que podía ser sometido a un voto de censura por parte de los miembros de la Ejecutiva de la formación.
Junto con la detención del sospechoso, la Policía realizó allanamientos en la sede central del partido SNP en Edimburgo y, también, en la vivienda del matrimonio.
Horas más tarde, Murrell fue liberado sin cargos aunque la formación aseguró que llevaría a cabo una revisión sobre “la gobernanza y la transparencia” de sus finanzas.
Este aspecto ha sido objeto de múltiples sospechas durante los últimos años, particularmente tras una serie de quejas y donaciones que datan de 2021 que siembran dudas sobre los fondos que el partido recibió para una potencial nueva campaña por un referéndum en favor de la independencia de Escocia.
El matrimonio se mantiene firme en su postura de inocencia y aseguran que sus dimisiones no están relacionadas a estas acusaciones. Sturgeon sostiene la transparencia de las cuentas y los fondos recaudados para la hipotética consulta -que sumó unos 667.000 libras entre 2017 y 2020- mientras que Murrell señaló haber aportado de su propio bolsillo más de 107.000 libras en junio del 2021 para sanear las finanzas del SNP tras las últimas elecciones.
En tanto, momentos antes de que la ex funcionaria brindara las declaraciones a la prensa, el presidente del Partido, Mike Russell, habló con el medio The Herald y lamentó que este episodio representa la mayor crisis de la asociación en medio siglo.
“En mis 50 años de asociación con el Partido, ésta es la mayor y más difícil crisis a la que nos hemos enfrentado. Pero tengo una obligación con el Partido y con el movimiento por la independencia de Escocia, que ha sido una parte tan importante de mi vida durante tanto tiempo”.
Sobre ésta cuestión, reconoció que “no creo que pueda asegurarse ahora mismo. Tenemos que trabajar para conseguir una campaña coordinada pero creo que se puede conseguir”. “Mi principal objetivo es cómo podemos crear un nuevo movimiento por el Sí que permita diferentes visiones pero que se lleve a cabo en una atmósfera de confianza mutua”, concluyó.
(Con información de Europa Press)
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