Corea del Norte anunció hoy que ha vuelto a probar su drone submarino nuclear capaz de generar tsunamis radiactivos, y afirmó que ha verificado la fiabilidad del sistema y su “mortífera” capacidad de ataque.
Pyongyang probó su arma bautizada “Haeil-2″ (Tsunami-2 en coreano) entre los días 4 y 7 de abril, según informó este sábado la agencia estatal norcoreana KCNA, en un nuevo test armamentístico que coincide con las grandes maniobras militares que Seúl y Washington llevan a cabo estos días en la península coreana.
Se trata de la tercera prueba anunciada por el régimen de Kim Jong-un desde que el pasado 24 de marzo informara por primera vez de la existencia de este nuevo tipo de arma, a la que llamó “Haeil-1″ en esos anteriores test.
“Este drone nuclear de ataque submarino puede ser desplegado en cualquier costa y puerto o remolcado por un buque de superficie para su operación”, dijo la KCNA después del primer test.
Según esta agencia, el arma se empezó a desarrollar en 2012 y, tras someterla a 50 pruebas de diferente tipo (29 de las cuales contaron con la presencia de Kim Jong-un), se decidió su despliegue operativo en el pasado plenario del Partido de los Trabajadores celebrado en diciembre del año pasado.
Corea del Sur, Japón y EEUU pidieron repatriar a trabajadores norcoreanos que financian al régimen de Kim Jong-un
Los enviados diplomáticos para asuntos nucleares de Corea del Sur, Japón y EEUU pidieron a la comunidad internacional que repatríe a los trabajadores norcoreanos en el extranjero de cara a reducir el envío de remesas que sirven para financiar el programa de armas de destrucción masiva de la dictadura de Kim Jong-un.
Los tres enviados, el surcoreano Kim Gunn, el japonés Takehiro Funakoshi y el estadounidense Sung Kim emitieron un comunicado al término de su encuentro trilateral en Seúl en el que condenaron los repetidos lanzamientos de misiles balísticos del régimen “así como su desestabilizadora y creciente escalada retórica relacionada con el uso de armas nucleares”.
La reunión llega apenas 10 días después de que el dictador norcoreano inspeccionara cabezas nucleares tácticas, un tipo de armamento que en Pyongyang nunca antes había exhibido y que Corea del Norte está volcada en mejorar sus armas atómicas de corto alcance para su uso potencial contra Corea del Sur o países vecinos como Japón.
En el comunicado los tres diplomáticos destacaron “que de acuerdo a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 2397 de 2017 los Estados miembros deben repatriar a todos los trabajadores de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) que estén generando ingresos en sus jurisdicciones”.
El texto “deplora la violación de derechos humanos” que supone el desvío de los ingresos de estos trabajadores para financiar el programa nuclear y de misiles e incide no solo en los trabajadores que realizan labores físicas (normalmente en sectores con el maderero o de la construcción) sino también en el creciente número de ingenieros de comunicaciones norcoreanos que logran contratos bajo nacionalidades falsas.
(Con información de EFE)
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