Sophie Binet se convirtió este viernes en la primera mujer que se pone a las riendas del segundo sindicato francés, la Confederación General del Trabajo (CGT), en una elección sorpresa en la que quedaron en la estacada otras dos que aparecían como candidatas favoritas.
Binet, que con 41 años tiene ya un largo recorrido en la CGT (central creada en 1895 y que durante más de un siglo estuvo directamente vinculada al Partido Comunista Francés), sucede como secretaria general a Philippe Martínez, de origen español, que llevaba en el cargo desde febrero de 2015.
Su designación, al término de una larga noche de tratos, es una ilustración del tormentoso congreso que ha vivido la CGT desde el pasado lunes en la ciudad de Clermont Ferrand, en donde la gestión de Martínez fue desautorizada por un voto, lo que podría tener consecuencias en la crisis que vive Francia por la reforma del sistema de pensiones.
La candidata del anterior secretario general, Marie Buisson, se quedó en la estacada al igual que la que se presentaba como su principal rival, Céline Verzeletti.
Binet se enfrenta al reto de tratar de volver a unir un sindicato atravesado por diferentes fracturas, por ejemplo sobre el grado de radicalidad que debe adoptar, y en primer lugar decidir si acudirá con los otros sindicatos a la cita el próximo miércoles que les ha dado la primera ministra, Élisabeth Borne, para establecer una forma de diálogo social.
Faltar a esa cita podría significar el comienzo del fin de la imagen de unidad sindical en las protestas contra la reforma de las pensiones del presidente, Emmanuel Macron, en vísperas de la convocatoria el jueves de la que será la undécima jornada nacional de movilización.
El líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT, primer sindicato de Francia), Laurent Berger, ha anunciado que él sí irá a la reunión con Borne, pero con la intención de pedir una vez más la suspensión de la reforma, que retrasa la edad mínima de jubilación de los 62 a 64 años.
La nueva secretaria general de la CGT perteneció al sindicato estudiantil UNEF, de tendencia izquierdista. Profesionalmente es consejera de educación. Ideológicamente, se la conoce por sus posiciones abiertamente feministas y ecologistas.
(Con información de EFE)
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