Ucrania busca contrarrestar la ofensiva rusa con los cohetes de largo alcance aportados por Estados Unidos

Expertos sostienen que estos proyectiles podrían ser fundamentales para contener el avance de las tropas de Putin

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EEUU también aportó a las
EEUU también aportó a las tropas ucranianas los lanzacohetes Himars (Tony Overman/The Olympian via AP)

Los cohetes estadounidenses de largo alcance que Rusia dice haber identificado en el campo de batalla en Ucrania podrían resultar una ventaja estratégica para Kiev en los próximos meses, según consideran los expertos.

Rusia reportó este martes que había derribado un cohete GLSDB, de pequeño diámetro, alta precisión y un alcance de 150 kilómetros, fabricado por la compañía estadounidense Boeing y la sueca Saab.

Los lanzacohetes múltiples estadounidenses de los que disponen hasta ahora los ucranianos sólo alcanzan hasta 80 km por detrás de las líneas rusas.

“Los [lanzacohetes] Himars ya habían obligado a los rusos a reorganizar su mando y su logística, lo que les hace más discretos cerca del frente o les obliga a retroceder más allá de los 80 km del frente”, explicó a la agencia de noticias AFP Léo Péria-Peigné, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI).

Ahora, con los GLSDB móviles montados sobre camiones u “orugas”, “los rusos tendrán que encontrar otras soluciones”, en particular duplicar las distancias “con una flota de vehículos ya limitada”.

La costa del Mar Negro controlada por los rusos también se está volviendo accesible a los ataques, lo que dificulta los suministros rusos por barco.

Los cohetes GLSDB podrían duplicar
Los cohetes GLSDB podrían duplicar el alcance de la fuerza de ataque ucraniana y apuntar los sitios de suministro de las tropas rusas (Foto: Saab)

Estados Unidos anunció en febrero que entregaría los nuevos cohetes a Ucrania, sin especificar un plazo, y el gobierno de Kiev todavía no lo confirmó.

El lunes, el ministerio de Defensa británico informó de 14 ataques desde el 21 de febrero en torno a la ciudad de Mariupol (bajo control ruso, sureste), a más de 80 km del frente.

“Es probable que a Rusia le preocupe que se estén produciendo explosiones inexplicables en una zona que probablemente antes se consideraba fuera del alcance de la capacidad de ataque ucraniana”, dijo la misma fuente.

El impacto militar está por ver. Cada nueva arma entregada a los ucranianos plantea multitud de interrogantes sobre su eficacia.

Los cohetes no son una excepción, y este modelo se probó por primera vez en Suecia en 2015, según el sitio web de Boeing.

“Este será el primer uso real y masivo de esta arma que pondrá a prueba su rendimiento, especialmente en términos de precisión”, señala Léo Péria-Peigné. Según sus fabricantes tiene una precisión de ataque de un metro.

El anuncio de Rusia del derribo de un cohete GLSDB se produce justo después de la confirmación de la entrega de tanques británicos, estadounidenses y alemanes a Ucrania, claves según el gobierno de Kiev para sus objetivos de reconquista militar.

Tanques Leopard 2 durante un
Tanques Leopard 2 durante un entrenamiento y ejercicio con fuego real para soldados ucranianos realizado por el ejército alemán Bundeswehr en el campo de tiro y entrenamiento de Bergen, en el norte de Alemania (Bundeswehr/Handout via REUTERS)

“Cincuenta tanques, aunque sean los mejores del mundo, difícilmente pueden tener un efecto estratégico, a diferencia de 10.000 GLSDB, en el caso que estos sistemas cumplan sus promesas”, declaró el experto francés.

Por su parte, Ivan Klyszcz, investigador del Centro Internacional de Defensa y Seguridad (ICDS), con sede en Estonia, apunta que “la introducción de nuevos sistemas puede cambiar la dinámica del frente”.

Pero por ahora, “el esfuerzo de guerra se basa en hombres y obuses”, asegura.

La entrega de estos nuevos cohetes también muestra que, aunque los occidentales a menudo dudan antes de entregar nuevas armas, en muchos casos terminan dando el paso.

Según Ivan Klyszcz, la lentitud se explica por las dificultades de los aliados para acordar una estrategia común pero también al temor de atraer la ira de Rusia, o incluso de irritar a las opiniones públicas occidentales cansadas por el esfuerzo bélico.

(Con información de AFP)

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