El gobierno español cargó con dureza este miércoles contra la gestación subrogada, tras la noticia del nacimiento en Estados Unidos del bebé de la actriz y empresaria española Ana Obregón, de 68 años.
“Es una práctica que no es legal en España, que está reconocida en nuestro país legalmente como una forma de violencia contra las mujeres”, afirmó ante periodistas la ministra de Igualdad, Irene Montero, del partido de izquierda radical Podemos.
Montero pidió no olvidar “la realidad de esas mujeres precarias en una situación de riesgo de pobreza”, en referencia a mujeres que llevan a término la gestación de un bebé de otras personas.
La polémica estalló luego de que la revista del corazón ¡Hola! publicara este miércoles en su portada una foto de Obregón saliendo de un hospital en Miami con la pequeña en brazos.
“Las emocionantes imágenes de la felicidad de Ana al salir con su bebé en brazos del hospital de Miami”, subtituló este miércoles ¡Hola! en su portada al dar la noticia sobre la de Obregón a través de lo que se conoce como un “vientre de alquiler”.
En las imágenes se puede ver cómo la artista abandona el hospital con la bebé en brazos, sentada en una silla de ruedas, siguiendo el protocolo del centro sanitario, en la que se puede leer el cartel “Mother Baby Chariot” (carrito para madre y bebé).
Obregón confirmó la información en su cuenta de Instagram.
“Llegó una luz llena de amor a mi oscuridad. Ya nunca volveré a estar sola. He vuelto a vivir”, escribió en la red social la actriz.
Obregón, que perdió a su hijo Aless de 27 años en mayo de 2020 a consecuencia de un cáncer, ha llevado la maternidad subrogada con absoluta discreción. “Solo Ana; sus hermanas, Celia y Amalia, y Alessandro Lequio, el padre de su hijo Aless, sabía que el proceso estaba en marcha”, publica la revista.
El embarazo por gestación subrogada se produjo en junio de 2022, “el mismo mes en que Aless habría cumplido 30 años”, explica la revista que detalla que el 18 de marzo Ana cumplió 68 años en Miami.
En las imágenes Ana Obregón aparece vestida de blanco con gafas de sol y su hija en brazos, vestida de rosa.
“La imagen me ha parecido dantesca”, criticó Pilar Alegría, ministra de Educación y portavoz del Partido Socialista del presidente del gobierno, Pedro Sánchez. “Esto se llama vientre de alquiler, no gestación subrogada”, fustigó.
La oposición de derecha se mostró más abierta al debate.
El asunto “merece debates profundos y serenos, porque afecta a muchas cuestiones morales, éticas, religiosas”, dijo Cuca Gamarra, número dos del Partido Popular (PP), formación para la que la línea roja es que se remunere la subrogación del vientre.
En el caso de la ultraderecha de Vox, su portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, comentó nada más conocer la noticia que su partido no había fijado posición al respecto, pero más tarde la formación reafirmó su rechazo a los también denominados vientres de alquiler e insistió en la necesidad de poner medidas para impedir su legalización “de facto”.
La gestación subrogada, permitida en unos países y prohibida en otros, es objeto de controversia por los conflictos económicos, morales y sociales que implica, fundamentalmente por afectar a las poblaciones menos favorecidas e indefensas, que se ven abocadas a prestarse a ser vehículo de la paternidad de los más privilegiados económicamente.
La legislación española autoriza, no obstante, la inscripción en el registro civil de los hijos nacidos por gestación subrogada en el extranjero siempre que se presente “una resolución judicial dictada por un tribunal competente” del país en cuestión que establezca la filiación.
La gestación subrogada fue incluida entre las “manifestaciones de la violencia contra las mujeres” en una ley sobre el aborto aprobada en febrero pasado, que también prohíbe toda “publicidad de las agencias de intermediación”.
(Con información de EFE)
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