El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, visitó el miércoles a la central nuclear ucraniana de Zaporizhzhia, ocupada por las fuerzas rusas, y dijo que estaba trabajando en un plan para garantizar la seguridad de la planta más grande de Europa.
“Estoy tratando de preparar y proponer medidas realistas que serán aprobadas por todas las partes”, dijo Grossi, citado por las agencias de noticias rusas. “Tenemos que evitar una catástrofe. Soy optimista y creo que eso es posible”.
La visita de Grossi coincide con los persistentes temores por la seguridad de la central, situada en la región sureña de Zaporizhzhia, frecuentemente bombardeada desde el inicio de la invasión rusa.
“Creo que la situación en general no está mejorando, es obvio que la actividad militar está aumentando en toda esta región”, dijo Grossi durante la visita al sitio.
Se trató de la segunda visita de Grossi a Zaporizhzhia desde que Rusia invadió Ucrania en febrero del año pasado. La agencia ha mantenido un equipo de expertos dentro de la planta desde septiembre de 2022, pero Grossi dijo que la situación “aún es precaria”.
Antes de su visita, se reunió el lunes con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, quien dijo que no es posible restaurar la seguridad en la planta mientras Rusia esté en su control.
“Sin el retiro inmediato de las fuerzas y personal ruso de la planta nuclear de Zaporizhzhia y el territorio adyacente, cualquier iniciativa para restaurar la seguridad y la protección nuclear están condenados al fracaso”, dijo Zelensky a Grossi.
La planta requiere un suministro confiable de electricidad para garantizar la seguridad nuclear, pero ha sufrido apagones repetidos durante la guerra, generando alarma en el OIEA y la comunidad internacional.
La munición con uranio empobrecido no supone riesgo radiológico
Grossi también negó que la munición occidental con uranio empobrecido suponga un “peligro radiológico” para Ucrania, como denunció el presidente ruso, Vladímir Putin.
“Ese armamento no conlleva un peligro radiológico”, dijo Grossi.
Con todo, aseguró que, como director del OIEA, no puede ni apoyar ni rechazar el suministro de dichos proyectiles al ejército ucraniano por parte del Reino Unido.
“Sin duda, como todos, quiero que la guerra se termine lo antes posible”, afirmó.
La pasada semana Putin aseguró que la munición con uranio empobrecido era un peligro para el entorno y para los propios ucranianos, y advirtió que Moscú se vería obligado a reaccionar en caso de que Ucrania utilice armamento con “componente nuclear”.
Además, lo utilizó como excusa para anunciar el sábado el acuerdo con Bielorrusia para el despliegue de armas nucleares tácticas en su territorio, para lo que los rusos están construyendo un silo que estará terminado en julio.
“Crimen de agresión”
La invasión rusa ha causado devastación a lo largo del país, y pese a más de 13 meses de cruentas batallas, el jefe diplomático ucraniano se mostró desafiante el martes.
“Rusia se tiene que retirar de cada metro cuadrado del territorio ucraniano”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, en una sesión virtual previa a la Cumbre por la Democracia, que será inaugurada el miércoles por el presidente estadounidense Joe Biden.
En la región oriental ucraniana de Donetsk, los combates se han concentrado los últimos meses en la ciudad de Bakhmut, donde Kiev afirma que se mantendrá hasta agotar a las fuerzas rusas.
Un objetivo clave de la invasión rusa es la captura completa de Donetsk, que Moscú asegura haber anexado el año pasado, pero a que persisten los combates.
Moscú aseguró el martes que derribó por primera vez un misil de largo alcance suministrado por Estados Unidos a Ucrania.
“La defensa aérea derribó (...) un cohete guiado GLSDB”, declaró el ministerio ruso de Defensa en un comunicado, en referencia al aparato de diámetro pequeño lanzado desde tierra.
El cohete tiene un alcance de hasta 150 km, lo cual amenaza las posiciones rusas y sus depósitos lejos del frente de combate.
Por su parte, la administración rusa de ocupación declaró el miércoles que Melitopol, una de las principales ciudades del sur de Ucrania bajo ocupación rusa, fue alcanzada por cohetes ucranianos, lo que provocó cortes de electricidad.
Melitopol es la capital de la ocupación rusa en la zona de la región de Zaporizhzhia bajo su control, donde se ubica la central nuclear del mismo nombre.
En el campo legal, Estados Unidos apoyó el martes al tribunal internacional especial para juzgar a Rusia por “crimen de agresión” contra Ucrania.
La Unión Europea ya había defendido un tribunal de este tipo, que podría presentar nuevas acusaciones contra el presidente ruso, Vladimir Putin.
(Con información de AFP y EFE)
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