Alemania y Reino Unido entregaron esta semana a Ucrania tanques pesados de confección occidental que deben reforzar la capacidad de las tropas de Kiev para repeler las fuerzas invasoras de Rusia. No obstante, su implementación no sería inmediata, ya que otros factores podrían mermar los escenarios en los que alcanzarían su eficacia ideal.
Estos tanques, en la lista de deseos de Kiev desde hace tiempo, fueron comprometidos por los países occidentales este año y llegan a tiempo para la esperada ofensiva que Ucrania planea para la primavera boreal contra el ejército ruso.
A la espera de los tanques Abrams estadounidenses, la llegada de los carros de combate Leopard 2 y Challenger aumentará la capacidad de fuego ucraniana y puede marcar la diferencia ante la prevista campaña de primavera.
En un conflicto militar caracterizado por los ataques en tierra, la combinación de material de artillería, tanto cañones como morteros, y de infantería, apoyados por una poderosa fuerza de blindados, puede ser decisiva para superar las lineas de defensa rusas.
Una posibilidad que no ha pasado inadvertida a las autoridades rusas, que han vuelto a poner sobre el tapete la carta nuclear ante la falta de avances en el frente ucraniano durante la campaña invernal y en un intento de obligar a Occidente a renunciar, a largo plazo, a armar al ejército enemigo.
Dificultades de los tanques
La efectividad de los tanques depende especialmente de las operaciones combinadas y de una serie de consideraciones del campo de batalla.
Pero el clima, que cambiará en las próximas semanas, es uno de los factores clave. El hielo del invierno está descongelándose y creando charcos de barro en los campos.
“El clima es terrible para ese tipo de tanques, porque son demasiado pesados y se atascan en el lodo”, dijo a Newsweek Marina Miron, investigadora postdoctoral en el Departamento de Estudios de Guerra del King’s College de Londres, Reino Unido. De esta forma, transitar por caminos sin pavimentar sería notoriamente difícil y arriesgaría vulnerabilidades frente al enemigo.
“No tendría ningún sentido usarlos en este momento”, agregó. La excepción sería si se limita su uso a las principales carreteras del país.
Por ello, aunque la contraofensiva es muy esperada, una opción sería postergarla hasta que el terreno se solidifique.
“Que lleguen en marzo no significa que se vayan a usar en marzo”, apuntó a Newsweek David Dunn, profesor de política internacional en la Universidad de Birmingham, Reino Unido. Esperar unas semanas le daría mayor abanico de opciones a Kiev para desplegar los tanques donde lo crean conveniente.
De todas formas, Mark Cancian, asesor principal del Centro de Asuntos Estratégicos y Estudios Internacionales, dijo a Newsweek que es una buena opción desplegarlos lo antes posible aunque no sean utilizados, “porque llevará un tiempo integrarlos en una unidad”. Así, quedarían listos par ala contraofensiva, un tipo de operación ideal para estos tanques en términos de potencia de fuego, protección y movilidad.
Leopard 2, la joya europea
Con un peso en línea de combate de 62 toneladas, una velocidad máxima de 70 km/hora y una autonomía de 350 km, el Leopard 2 es un carro blindado de combate de fabricación alemana desarrollado a partir de un proyecto con Estados Unidos.
La idea era fabricar un tanque que combinara la movilidad con la protección y la capacidad de combate. El resultado fue el Leopard 2 en Alemania y el Abrams en Estados Unidos, dos de los carros de combate más avanzados del mundo.
En cuanto a su armamento, el tanque alemán está equipado con un cañón Rheinmetall Rh-120 de 120 mm. y dos ametralladoras. Además tiene la capacidad de atravesar zonas inundadas y ríos de hasta 4 metros de profundidad y dispone de un periscopio.
El consorcio Kraus-Maffei Wegmann (KMW) produce el Leopard 2 en serie desde 1978, en diversas variantes según las necesidades del cliente, y además se han hecho desde entonces algunas mejoras. De las factorías del consorcio alemán han salido alrededor de 3.600 ejemplares.
El ejército alemán llegó a tener 2.125 pero a partir de 1990 empezó a reducir sus existencias hasta llegar a los 328 que tiene actualmente. Algunos de esos vehículos llegaron a España en 1998 bajo un acuerdo de leasing que finalmente se materializó en compra.
Challenger, el carro de combate británico
El Challenger 2 es el carro de combate principal en servicio en el Ejército Británico y en el Ejército Real de Omán. Aunque su función principal es destruir o neutralizar blindados, el Challenger 2 puede operar en todo el espectro de conflictos de alta intensidad.
Fabricados desde los años setenta en el Reino Unido, los blindados Challenger tienen un peso en combate de 75 toneladas, una velocidad máxima de 59 km/h, una autonomía de 550 km y cuatro tripulantes.
El vehículo está equipado con un cañón de tanque L30 de 120 mm, capaz de disparar tanto penetradores de varilla larga (un tipo de munición diseñada para penetrar el blindaje de un vehículo) como munición de alto poder explosivo (High Explosive Squash Head, HESH). El armamento secundario incluye un cañón de cadena coaxial de 7,62 mm y una ametralladora de uso general de 7,62 mm montada en un pivote.
En mayo de 2021, el Ministerio de Defensa británico adjudicó un contrato para modernizar 148 carros de combate principales Challenger 2 para el Ejército británico. El vehículo modernizado, que se denominará Challenger 3, será un carro de combate principal digital y conectado a la red con una letalidad de vanguardia, una capacidad de supervivencia mejorada y unas capacidades de vigilancia y adquisición de objetivos mejoradas.
(Con información de AFP y EFE)
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