En las últimas dos décadas, China ha concedido préstamos de rescate por valor de 240.000 millones de dólares a 22 países en desarrollo en riesgo de impago, una tendencia que se ha acelerado en los últimos años, según un informe publicado el martes.
Según el estudio, casi todos los fondos se destinaron a países de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) como Sri Lanka, Pakistán y Turquía, en su mayoría naciones de renta baja y media que han recibido préstamos chinos para el desarrollo de infraestructuras.
El informe de 40 páginas elaborado por el laboratorio de investigación AidData, con sede en EEUU, el Banco Mundial, la Harvard Kennedy School y el Instituto Kiel para la Economía Mundial muestra que los préstamos de rescate se han acelerado entre 2016 y 2021, y que Beijing ha concedido el 80% de sus préstamos de rescate (cerca de USD 200 mil millones) en ese periodo.
En todo el mundo, las naciones del BRI se han visto sometidas a tensiones debido a que el aumento de la inflación y los tipos de interés, agravado por el impacto persistente de la pandemia del virus Covid-19, han mermado su capacidad de reembolso de la deuda.
Los rescates permiten a los países ampliar sus préstamos y seguir siendo solventes, según el informe.
China afirma que más de 150 países se han adherido a la BRI, una iniciativa mundial de infraestructuras por valor de un billón de dólares presentada por el Presidente Xi Jinping hace una década.
Beijing afirma que la iniciativa pretende profundizar las relaciones comerciales amistosas con otras naciones, especialmente en el mundo en desarrollo.
Pero los críticos llevan tiempo acusando a China de atraer a los países de renta baja a trampas de deuda ofreciéndoles préstamos enormes e inasequibles.
“China ha desarrollado un sistema de ‘rescates en la Franja y la Ruta’ que ayuda a los países receptores a evitar el impago y a seguir pagando sus deudas de la BRI, al menos a corto plazo”, señala el informe.
Opacidad
En comparación con el Fondo Monetario Internacional y el enorme apoyo de liquidez prestado por la Reserva Federal de EEUU, los rescates de China siguen siendo pequeños, pero están creciendo rápidamente, según el informe de AidData.
“Beijing se ha dirigido a un conjunto limitado de beneficiarios potenciales, ya que casi todos los préstamos de rescate chinos han ido a parar a países BRI de renta baja y media con importantes deudas pendientes con bancos chinos”, escribieron sus autores.
El informe advertía de que los préstamos chinos tienden a ser más opacos en comparación con otros prestamistas internacionales de última instancia, y a menudo se conceden a un tipo de interés medio del cinco por ciento, en comparación con el dos por ciento típico de un préstamo del FMI.
Muchos de estos acuerdos eran los llamados “rollovers”, en los que los mismos préstamos a corto plazo se amplían repetidamente para refinanciar deudas a punto de vencer.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China respondió a las críticas el martes, acusando a “algunas personas” de “exagerar las llamadas ‘trampas de deuda’ chinas y los préstamos opacos, y arrojar lodo sobre China, algo que no aceptamos en absoluto”.
“China nunca ha obligado a nadie a pedir dinero prestado, nunca ha obligado a ningún país a pagar, no impondrá ninguna condición política a los acuerdos de préstamo y no busca ningún interés político propio”, declaró la portavoz Mao Ning en una rueda de prensa regular.
Este mes, China acordó reestructurar sus préstamos a Sri Lanka, despejando el camino para el rescate de la nación isleña por parte del FMI, que tiene a Beijing como su mayor acreedor bilateral.
En América Latina
Para la región, Argentina es el país que más ha recibido, tanto en contratos como en montos, según los datos divulgados en 2021 por AidData.
El país firmó 10 contratos por un total 8.574 millones de dólares, por encima de Ecuador y más del doble de lo recibido por Venezuela.
(Con información de AFP)
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