El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, tiene previsto viajar la semana que viene a la central nuclear de Zaporizhzhia, ocupada por tropas rusas, “para evaluar de primera mano la situación de seguridad nuclear”.
El OIEA publicó un comunicado informando la visita a la central en Ucrania donde subraya la “urgente necesidad de protegerla en medio del actual conflicto militar”.
Será la segunda vez que Grossi visite la mayor central nuclear de Europa y la primera desde el despliegue de la presencia permanente del OIEA, el pasado 1 de septiembre.
“He decidido viajar de nuevo a la central nuclear de Zaporizhzhia para ver por mí mismo cómo ha cambiado la situación desde septiembre y para hablar con quienes gestionan las instalaciones en estas circunstancias sin precendentes, tan difíciles”, indicó Grossi, según el comunicado del OIEA.
El máximo responsable del organismo aseguró que sigue “haciendo todo lo posible para ayudar a reducir el riesgo de accidente nuclear en la trágica guerra de Ucrania”.
“Pese a nuestra presencia ya durante siete meses la situación sigue siendo precaria en la central nuclear de Zaporizhzhia. La seguridad nuclear y los peligros son tan evidentes como la necesidad de actuar ya para evitar un accidente y sus consecuencias radiológicas potenciales en la salud y el medio ambiente”, advirtió Grossi, que lleva meses solicitando la creación de una zona de seguridad alrededor de la planta. “Por eso sigo trabajando en una propuesta para proteger la central”, afirmó.
Los bombardeos en las inmediaciones de la central ha provocado ya varias veces que pierda el suministro eléctrico y que varios sistemas esenciales de seguridad dependieran momentáneamente de la electricidad que facilitaban generadores de emergencia.
Grossi señaló que su viaje busca además garantizar una rotación regular de los expertos del OIEA desde y hacia la central tras los problemas que afectaron a la rotación de febrero, retrasada casi un mes.
Acompañan a Grossi un grupo de expertos del OIEA, el séptimo grupo de este tipo desde que comenzó a trabajar la Misión de Apoyo del OIEA para Zaporizhzhia.
El pasado 9 de marzo, la gigantesca central quedó aislada de la red eléctrica ucraniana durante 11 horas tras un ataque ruso. Se encendieron generadores a diésel para brindar un mínimo de energía a los sistemas de seguridad, según la empresa estatal de energía atómica Energoatom, que alertó sobre el riesgo de un accidente nuclear. “Estamos jugando con fuego”, advirtió Grossi.
El alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, también expresó su preocupación por los bombardeos en la zona. “Es una violación grave de la seguridad nuclear provocada por Rusia (...) Zaporizhzhia es la mayor central nuclear de Europa y Rusia está poniendo en peligro la seguridad de todo el continente europeo”.
Sin la electricidad de estos generadores, el sobrecalentamiento del combustible del reactor puede conducir a un accidente nuclear, un escenario similar al de la planta de Fukushima, Japón, en 2011.
(Con información de EuropaPress, AFP y EFE)
Seguir leyendo: